Un humo negro eclipsó al sol ayer en Verín. Sonidos de sirenas, lluvias de ceniza y un suelo que quemaba era el escenario apocalíptico de un incendio, provocado, que llevó el terror y la ira a los vecinos de la villa del Támega y sus alrededores.
Caos. Esa es la palabra que definió la situación que se generó en Verín pasadas las 15,00 horas de ayer. Llamas en tres puntos distintos a escasos metros. Todas ellas entre casas. En poco más de…
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