Doscientos amantes de las motos Vespa y Lambretta, pertenecientes a 25 clubes, acudieron a la concentración que ayer se desarrolló en Verín. Aunque fueron 185 los inscritos en la cita que promovió el Vespa Club Verín, y que este año alcanza su 11 edición, también hubo quienes acudieron sin registrarse. Lo apuntó su presidente Miguel Ángel Domínguez, quien explicó que acudieron vehículos de toda Galicia, Asturias, Cantabria, Castilla y León y del Norte de Portugal.
Los aficionados contemplaron desde el modelo más actual hasta los de la década de 1950. Dos de ellos, Santiago Baamonde y Julio del Río, fueron premiados por sus más de seis décadas subidos a una moto. Domínguez explicó que no pocas veces deben fabricar con el torno las piezas de motos antiguas, consiguiendo otras en Alemania o Italia.