Sánchez promete en Kiev ayudar "el tiempo que haga falta" a Ucrania, en su primer día al frente de la UE

Pedro Sánchez visita el parlamento de Kiev en su primer día en la presidencia española de la UE. (FOTO; EFE/ Borja Puig De La Bellacasa / Moncloa).
photo_camera Pedro Sánchez visita el parlamento de Kiev en su primer día en la presidencia española de la UE. (FOTO; EFE/ Borja Puig De La Bellacasa / Moncloa).

El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, ha inaugurado la presidencia española del Consejo de la Unión Europea con una visita a Kiev para escenificar el apoyo europeo a Ucrania en la guerra con Rusia, donde ha prometido ayuda económica y apoyo durante "todo el tiempo que haga falta".

El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, ha inaugurado la presidencia española del Consejo de la Unión Europea con una visita a Kiev, para escenificar en el Parlamento ucraniano el apoyo europeo al país eslavo en su guerra con Rusia.

Sánchez ha prometido apoyar a Ucrania "el tiempo que haga falta" y "sin importar el precio que haya que pagar", y ha mostrado su respaldo a que el país se convierta en Estado miembro de la UE y se potencie su participación política en la OTAN.

Así lo ha expresado en un discurso ante el plenario del Parlamento ucraniano durante la primera jornada de la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea, donde ha defendido que solo Ucrania puede fijar "los términos y los tiempos de las negociaciones de paz".

Sánchez ha recordado que el primer discurso que dio en el Parlamento ucraniano fue en febrero de este año, en el primer aniversario de la "agresión rusa" a Ucrania, y ha incidido en que "las cosas han cambiado desde entonces".

"Hoy, Ucrania se encuentra en plena contraofensiva contra Rusia, un enemigo que está dando muestras de debilidad", ha apuntado Sánchez, en referencia a la rebelión protagonizada el pasado fin de semana por el Grupo Wagner contra el presidente ruso, Vladimir Putin.

55 millones para la reconstrucción

El jefe del Ejecutivo español, que además ha anunciado que España destinará 55 millones de euros para la reconstrucción del país, se ha referido también a la Cumbre de la OTAN en Vilna y ha destacado que España apoya "potenciar la participación política de Ucrania mediante la creación de un Consejo OTAN-Ucrania".

Con ello, Ucrania "ya no será un invitado, sino un miembro, un miembro de derecho", ha resaltado Sánchez, quien también ha garantizado que España seguirá con su aportación al país entregando más carros de combate, vehículos blindados de transporte de tropas y un hospital de campaña con capacidad quirúrgica.

Los retos de España en la presidencia

Además de los desafíos que representa para Europa la guerra de Ucrania, la economía será uno de los platos fuertes que tendrá que asumir España. En primer lugar, la reforma de las reglas fiscales ante el regreso a las normas de reducción del déficit público por debajo del 3% del PIB y de la deuda pública inferior al 60%, tras cuatro años congeladas por la pandemia.

Paralelamente, la presidencia española deberá seguir la senda de  la autonomía estratégica marcada por Europa. Sánchez ha defendido la necesidad de una reindustrialización de la UE, revirtiendo la tendencia de deslocalización de industrias estratégicas y tratando de atraer otras nuevas que generan riqueza.

En el ámbito social, el principal dosier será el Pacto de Migración y Asilo, un asunto prioritario para el Gobierno al que espera poder dar el impulso suficiente como para cerrarlo en su semestre. Sánchez ha recalcado la voluntad de España de continuar donde lo ha dejado Suecia, tras el acuerdo sobre el reglamento de gestión del asilo y la migración y sobre el reglamento de los procedimientos de asilo, para cerrar también el reglamento sobre gestión de crisis y lograr un acuerdo global.

No obstante, fuentes diplomáticas reconocen la dificultad de llegar a un consenso en esta materia dada la "resistencia" de algunos países. Una resistencia que ha quedado de manifiesto en el Consejo Europeo de este jueves y viernes, y que abanderan Polonia y Hungría, que quieren ahora dar marcha atrás a lo acordado.

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