El parque ubicado en la rúa San Rosendo, en el barrio ourensano de A Ponte, ya se ha convertido en algo más que un parque, parece uno de tantos solares abandonados que tanto proliferan por la ciudad, pues por el lugar hace una buena temporada que no aparecen los encargados de su mantenimiento. En lugar de mantener tanto verde, que obliga a segar la hierba cada cierto tiempo, máxime en primaveras tan lluviosas como la actual, quizás se deberían plantear poner más árboles, mejor autóctonos, y así tendríamos un bonito bosque, un pulmón verde delante de nuestras casas en lugar de maleza.
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