La marquesina murió abandonada en medio del monte

Cuántas mojaduras evitó y cuántos días de sol sirvió de cobijo esta marquesina situada en la carretera que une Ribadavia y Arnoia.
Pero pasados los años, y con la despoblación del rural, ya no tiene a quién resguardar y, poco a poco, se ha ido muriendo sola y abandonada en medio del monte, rodeada de maleza, sin nadie que la ayudara a mantenerse en pie. Ahora, con tristeza, observamos un montón de chatarra.

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