El Concello de Ourense exige en la Plaza Mayor, y creo que con buen criterio, retirar las terrazas cuando allí se producen conciertos que suponen una gran aglomeración de personas. Sin embargo, en otros lugares, como ocurrió en la Plaza do Ferro, no fue así, pues se produjo un auténtico caos, con cientos de personas con niños que abarrotaban el pequeño espacio público. De ocurrir una desgracia, no tendrían por donde entrar los servicios de emergencia, por lo que al programar conciertos en este lugar deberían retirarse las terrazas por seguridad, a pesar de lamentar la pérdida económica para los hosteleros. Lo primero es la seguridad.
Jorgue Diéguez (Ourense)
