La inversión de 1,8 millones permite crear un paseo peatonal en un tramo urbano de dos kilómetros

Aceras amplias y 128 farolas hacen más segura la N-541

Aspecto que ofrece la travesía.
Los vecinos y visitantes de la villa del Arenteiro contarán en este nuevo año con un nuevo paseo peatonal de dos kilómetros a lo largo de la travesía de la carretera N-541 (Ourense-Pontevedra), cuyas obras están a punto de finalizar. Con aceras más amplias y la iluminación de 128 farolas, del proyecto que ejecuta la empresa Aopil tan sólo resta por ultimar la rotonda de comunicación del tramo de la calle Francisco Castelló con las avenidas del Balneario y Martínez Avellanosa.
El objetivo del acondicionamiento de esta vía, que facilita la entrada y salida en el enlace de A Fontela (Maside) con la autovía AG-53 (Dozón-Ourense), es 'mejorar las condiciones de tránsito y la seguridad vial, siguiendo el compromiso del Gobierno estatal con las políticas encaminadas a reducir la siniestrabilidad', según indicaron fuentes del Ministerio de Fomento.


NECESIDAD

Fue precisamente este departamento del Gobierno central el que dedicó 1,8 millones de euros a la financiación del proyecto, atendiendo así las demandas del Concello de Carballiño acerca de la necesidad del acondicionamiento de la travesía, que engloba la avenida 25 de Xullo y la citada calle Castelló, donde el porcentaje de accidentes era elevado con respecto a otras arterias del casco urbano.

En este sentido, el alcalde, Carlos Montes, destaca 'a importancia que ten esta travesía a nivel de tráfico, cuns 3.000 vehículos diarios, xa que ademais de comunicar as provincias de Ourense e Pontevedra, tamén inclúe os desvíos ós municipios de Cea e O Irixo para enlazar con Santiago ou a provincia de Lugo'.

Además, los técnicos de la Demarcación de Carreteras lograron encontrar una solución para salvaguardar las especies arbóreas, concretamente medio centenar de tilos con más de 50 años, que se encuentran plantados en el tramo de la estación del ferrocarril, y cuyas raíces habían provocado destrozos en las antiguas aceras, ahora repuestas.

Estos árboles han sido objeto de protección de forma que el nuevo paseo contempla alcorques para evitar futuros daños.

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