Los recientes asaltos a viviendas del casco urbano de Carballiño han provocado la alarma y el temor entre los vecinos del municipio, en el que se registraron 63 robos el pasado año con un botín de 60.000 euros, la mayoría en joyas. La última denuncia partió de un jubilado, al que dos rumanas sustrajeron en un descuido 700 euros y la documentación en su propio domicilio.
Los agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil investigan la autoría de los asaltos a viviendas de Carballiño que se vienen sucediendo desde el pasado año, con daños en propiedades y un copioso botín en joyas. Una patrulla de policías locales sorprendía esta semana a un coruñés cuando intentaba robar en un piso en la villa, mientras todavía permanecen sin aclarar los ocho robos registrados entre los veranos de 2008 y 2009, en los que se denunció la apropiación de un total de 60.000 euros, de los que 40.000 correspondían a joyas en oro.
En uno de estos casos, los ladrones de un ático de la calle Astureses se llevaron 25.000 euros en orfebrería dorada y 1.000 euros en efectivo. Esta situación está generando temor entre los carballiñeses, que desde hace años demandan -desde las asociaciones vecinalesuna mayor presencia de las fuerzas de seguridad en la calle, sobre todo por las noches.
Incluso los propietarios de establecimientos de hostelería de los barrios de Flores, Praza do Emigrante y Magariños aseguran que nas noites das fines de semana non aparecen patru llas da Policía Local ou da Garda Civil como se facía antes.
Fuentes consultadas en ambos cuerpos apuntaron que a distribución do traballo, con descansos e baixas, e a necesidade de atender a outras parroquias e municipios dificulta a presencia continuada de axentes no casco urbán.
PESQUISAS
Un jubilado se quedó sin 700 euros
Las investigaciones de Policía Local y Guardia Civil sobre la autoría de estos asaltos se centran en la posible existencia de una banda, integrada por mujeres rumanas y dirigida por un cabecilla.
Las sospechas de los agentes están basadas en la última denuncia presentada por un vecino de Carballiño, de 70 años de edad, que fue sorprendido en su domicilio de la calle Marcelino Parrondo por dos mujeres de la citada nacionalidad. Con el pretexto de pedirle dinero, una de ellas le solicitó entrar en la vivienda para ir al aseo y, en una distracción del propietario, le sustrajo 700 euros y la documentación, DNI y tarjeta sanitaria incluidas.
Los hechos ocurrieron a las 16,30 horas del 2 de octubre pasado, y el jubilado comenta que dende aquela non podo durmir.
En uno de estos casos, los ladrones de un ático de la calle Astureses se llevaron 25.000 euros en orfebrería dorada y 1.000 euros en efectivo. Esta situación está generando temor entre los carballiñeses, que desde hace años demandan -desde las asociaciones vecinalesuna mayor presencia de las fuerzas de seguridad en la calle, sobre todo por las noches.
Incluso los propietarios de establecimientos de hostelería de los barrios de Flores, Praza do Emigrante y Magariños aseguran que nas noites das fines de semana non aparecen patru llas da Policía Local ou da Garda Civil como se facía antes.
Fuentes consultadas en ambos cuerpos apuntaron que a distribución do traballo, con descansos e baixas, e a necesidade de atender a outras parroquias e municipios dificulta a presencia continuada de axentes no casco urbán.
PESQUISAS
Un jubilado se quedó sin 700 euros
Las investigaciones de Policía Local y Guardia Civil sobre la autoría de estos asaltos se centran en la posible existencia de una banda, integrada por mujeres rumanas y dirigida por un cabecilla.
Las sospechas de los agentes están basadas en la última denuncia presentada por un vecino de Carballiño, de 70 años de edad, que fue sorprendido en su domicilio de la calle Marcelino Parrondo por dos mujeres de la citada nacionalidad. Con el pretexto de pedirle dinero, una de ellas le solicitó entrar en la vivienda para ir al aseo y, en una distracción del propietario, le sustrajo 700 euros y la documentación, DNI y tarjeta sanitaria incluidas.
Los hechos ocurrieron a las 16,30 horas del 2 de octubre pasado, y el jubilado comenta que dende aquela non podo durmir.
