Localidades como Punxín constatan un descenso de tráfico, que favorecerá la creación de una rotonda

Los empresarios ven en la apertura del último tramo de la autovía un freno para sus negocios

Tramo de la N-541 en el que se construirá una rotonda, en el término municipal de Punxín. (Foto: Xesús Fariñas)
Ya lo dice el refrán: ‘Nunca llueve al gusto de todos’, y eso es lo que está ocurriendo en las diferentes localidades que atraviesan las carreteras N-525 y N-541, en las que se está notando una importante reducción del tráfico a raíz de la apertura del último tramo de la autovía de Dozón a Ourense. Vecinos de pueblos como Punxín afirman que han mejorado en calidad de vida, porque los peatones se sienten más seguros, mientras que en algunos negocios constatan una reducción de clientes de hasta un 50%.
La apertura del último tramo de la autovía AG-53, entre Santiago y Ourense, ha cambiado la situación de aquellas localidades ubicadas en las carreteras N-525 (Ourense-Santiago) y N-541 (Ourense-Pontevedra). Si los panaderos de Cea lo notaron a los pocos días de su entrada en funcionamiento, con un descenso de hasta un 30% en la venta del pan en los puestos de la localidad, la otra cara de la moneda la disfrutan los vecinos de pueblos como Punxín, y también Listanco o Dacón, en Maside, a raíz del importante descenso de automóviles por las carreteras nacionales que atraviesan estas localidades.

El alcalde de Punxín, Alfredo Cruz, declaraba que ‘esto cambiou para ben, melloramos en calidade de vida, porque antes este tramo era moi perigoso para os peatóns’. De hecho, apuntó que había solicitado al Ministerio de Fomento la construcción de una rotonda para acceder con mayor seguridad al centro del pueblo, y a otros puntos como el centro de salud, el colegio e incluso pensando ya en las piscinas termales, que la Confederación Hidrográfica ejecutará en las orillas del Barbantiño.

El ministerio le había denegado la petición, precisamente porque la circulación diaria por la N-541 sobrepasaba los 5.000 vehículos diarios. ‘Agora vaise facer e melloraremos en seguridade’, sentenció el regidor.

Obras

El alcalde de Maside, Celso Fernández, manifestaba que se constata la reducción del tráfico, sobre todo en dirección a Santiago, aunque puntualizaba que ‘no núcleo de Maside non inflúe porque os coches xa circulaban por fora do pobo’. Allí todavía continúan las obras del enlace con Carballiño, la construcción de dos accesos elevados y las del AVE, por cuyo motivo apuntó que ‘notarémolo cando finalicen estos traballos tanto na hostelería como no resto dos negocios e tamén no alquiler de vivendas’.

Sin embargo, si los vecinos en general han agradecido el descenso de vehículos, algunos negocios de hostelería, aunque no todos, han notado cierta reducción de clientes. Es el caso del restaurante ‘Os Pitelos’, en Listanco de Maside, su propietaria señalaba que ‘dende que se abriu a autovía baixou a clientela’. En la misma línea se pronunciaba el propietario de ‘O Cabaceiro’, en Punxín, quien manifestaba que ‘aquí hai un 50% menos de xente’.

Fomento invierte 700.000 euros en seguridad vial

El alcalde de Punxín, Alfredo Cruz, considera que la seguridad vial mejorará en gran medida con la construcción de la rotonda, que ya ha sido aprobada por el Ministerio de Fomento, y en la que está prevista una inversión que ronda los 700.000 euros. En estos momentos, apuntó el regidor que se está ultimando la redacción del proyecto con vistas a su posterior adjudicación.

La extrema precaución de los vecinos, sobre todo de los peatones al cruzar la N-541, según indicó Alfredo Cruz, ha evitado hasta ahora que se produjesen atropellos en un tramo que el alcalde considera muy peligro so. Hace poco más de un año, el Concello de Punxín conseguía que se instalase un radar en el entorno, porque ‘a velocidade dos vehículos era excesiva’, señaló el alcalde.

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