Los vecinos del entorno del Auditorio solicitaron más presencia policial

El fin de semana dejó farolas y papeleras rotas

Los vándalos rompieron esta farola y le sacaron la tapa, en la calle Marcelino Parrondo. (Foto: X.A.R.)
Los atentados contra el mobiliario público en Carballiño siguen dando quebraderos de cabeza a las autoridades municipales, dado que la reposición de los desperfectos supone un gasto extraordinario que es difícil de asumir. Los últimos actos fueron detectados en la mañana de ayer en la calle Marcelino Parrondo, y consistieron en la rotura de una farola y la desaparición de una papelera metálica.
Según comentaron vecinos del barrio, situado en las inmediaciones del Auditorio y de la Estación de Autobuses, los vándalos se subieron a una farola, ubicada en el entronque con la avenida del Balneario, le sacaron el foco de iluminación y la tapa, destrozando parte de las pantallas.

Además, una papelera que estaba colocada en la misma calle, en el cruce de la avenida Martínez de Avellanosa fue arrancada de sus anclajes a la pared. Los inquilinos de la calle Parrondo manifestaron que 'tódalas fines de semana acaban con danos, sen contar os cristais de vasos e botellas rotos e as mexadas nos portais'.

A nivel del Concello, la Concejalía de Seguridad ha ordenado a las patrullas de la Policía Local que intensifiquen su vigilancia en el entorno del Auditorio, ya que es frecuente la organización de 'botellones' en la noche de los sábados. Fuentes de este departamento comentaron que hasta la fecha no se han producido detenciones de posibles autores de daños.

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