La oposición afirma que el remanente de tesorería procede de los impuestos y los recortes

Marnotes atribuye a la buena gestión el superávit de 2012

La Corporación municipal de Carballiño se reunió ayer en sesión ordinaria. (Foto: EDUARDO BANGA)
La aprobación de la cuenta general del 2012 acaparó la mayor parte del debate de la sesión ordinaria de pleno en Carballiño a raíz de la manifestación del alcalde, Argimiro Marnotes, de que se cierra con un remanente de tesorería de 1,1 millones de euros, pese a la prescripción de derechos de cobro de impuestos por importe de 3 millones de euros y haciendo frente a los pagos correspondientes al plan de ajuste impuesto por el Gobierno del Estado para saldar la deuda con los proveedores por un total de 1,6 millones. El regidor atribuye a la buena gestión económica del Concello ese resultado que califica de positivo.
La ausencia de Aurea Francisco, del BNG, por motivos personales, limitó el trabajo de oposición al grupo socialista, cuyo portavoz, Francisco Fumega, se refería a ese superávit sobre el que informaba el grupo popular, manifestando que 'a realidade que perciben os veciños é o contrario'. En el apartado de ingresos, el edil apuntaba que el 60% son aportados por los vecinos a través de impuestos y tasas y que las reducciones de ayudas de la Xunta son evidentes dado que constituyen el 5,9%, lo que implica 'a pouca forza que ten este goberno na Xunta'.

El socialista se refirió a la subida de tasas y a la reducción de subvenciones a distintos colectivos. Asimismo, criticó el hecho de unos presupuestos prorrogados que, según indicó, obligó a realizar modificaciones de crédito, mientras no se ejecutaron obras de mantenimiento de edificios públicos como los 25.000 euros destinados a la biblioteca y se desconocen diversos ingresos como los generados por las piscinas, entre otros.

Para la oposición, en conclusión, 'aumentou o gasto en persoal, disminuiron as aportacións das institucións, reducíronse as axudas ós colectivos e o remanente de tesorería e inferior ó de 2010, que era de tres millóns de euros'. Por todo ello, el PSdeG votó en contra de las cuentas.

El grupo de gobierno rechazaba una propuesta de los socialistas para que la gestión del futuro parque de bomberos sea pública, aunque daba su voto favorable a una segunda moción de la oposición de apoyo a los emigrantes pensionistas retornados, aprobando también ambos grupos una moción del PP contra el terrorismo.

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