Los Concellos de Piñor, San Cristovo de Cea y Vilamarín acondicionan sus respectivos tramos de la Vía da Prata con la vista puesta en la próxima primavera, cuando se espera que se recupere la llegada de peregrinos. De hecho, el concejal de Turismo, Promoción Económica e Novas Tecnoloxías de San Cristovo de Cea, José Dalama, señalaba que entre los meses de abril y septiembre el número de reservas para alojamiento ya superan las 3.000.
“Estamos nunha época do ano que apenas se ven peregrinos, só un ou dous os fins de semana, debido a que nestes meses os días son cortos e a que fai moito frío, pero para a segunda quincena de febreiro xa se espera o paso de estranxeiros e a partir de abril de nacionais e de Portugal”, apunta el concejal. De esta forma, señala que las reservas proceden de muy distintos lugares de España, de ciudades como Madrid o Córdoba y de comunidades autónomas como Valencia o Cataluña, entre otras.
Por la experiencia de otros años son grupos de entre 100 y 400 personas, que se hospedan en el albergue de Cea y en el de Oseira, ya que la restauración de las viejas instalaciones está previsto que finalice en la segunda quincena de febrero, al mismo tiempo que para el verano se prevé que abra el nuevo albergue que construye la Xunta en el recinto del monasterio. De no poder asumir la afluencia, entonces el Concello de Cea pone a su disposición el pabellón de deportes.
Un obradoiro de empleo se encarga de acondicionar el camino en los tres municipios. Son en torno a 35 kilómetros en los que se desbroza, se realizan correcciones hidrológicas para evitar que el agua inunde el sendero y, asimismo, se rehabilitan elementos del patrimonio etnográfico. En Cea se recupera un horno: en Piñor está prevista la reparación de un lavadero público de Carballeda y en Vilamarín serán dos fuentes, un lavadero y el techo de un horno.
Los trabajos, que se ejecutan a lo largo de nueve meses, comenzaron el pasado mes de octubre y se prolongarán hasta el 15 de julio. Son en total 20 alumnos repartidos en los módulos de forestal y albañilería, que cuenta cada uno con el correspondiente monitor, además de un profesor de formación básica; también forman parte del equipo, el director del taller y un administrativo. El presupuesto asciende a 370.000 euros.
“O Camiño está agora espectacular. Antes dos traballos non estaba mal, pero había algúns tramos con auga, que se está canalizando. Agora é un luxo e só cabe esperar a que veñan moitos peregrinos”, apuntó José Dalama.
