Naturgy derribará el viejo embalse Salto do Inferniño

Las instalaciones del embalse se encuentran abandonadas y cubiertas de maleza (MARTIÑO PINAL).
photo_camera Las instalaciones del embalse se encuentran abandonadas y cubiertas de maleza (MARTIÑO PINAL).
El Arenteiro recupera su cauce natural truncado por el embalse en 1920

La empresa Naturgy procederá a desmantelar las instalaciones pertenecientes al aprovechamiento hidroeléctrico del Salto do Inferniño, que están sin uso desde que se construyó la presa de Bouteiro (Carballiño) en la década de los años 60 del siglo pasado, que es la que ahora suministra el agua a la central de Cabanelas.

Esta intervención devolverá al río Arenteiro su cauce natural, que fue alterado en 1920 cuando se construyó esta presa mediante la que se suministró energía eléctrica a las localidades de Carballiño, Torrón, Maside y Dacón. Con anterioridad, Carballiño se surtía de la electricidad que se producía en la fábrica de papel A Lavandeira, instalaciones que rehabilita ahora el Concello para convertirlas en un museo. 

La empresa Naturgy confirmaba ayer que la Confederación Hidrográfica Miño-Sil publicaba en junio de 2019 la resolución por la que se iniciaba el proceso de extinción del Salto do Inferniño, situado en los concellos de Carballiño y Boborás y que "no estaba en explotación desde hacía años". En esta resolución, se requería a Naturgy la demolición de las estructuras pertenecientes a esa presa.

En base a ese documento, la compañía energética presentó un proyecto de demolición en diciembre de 2019 que se encuentra en la actualidad en proceso de revisión por parte del organismo responsable de la cuenca, que lo ha hecho público en el Boletín Oficial de la Provincia para información pública y para dar opción a posibles alegaciones tanto por parte de los dos concellos en los que están ubicadas las instalaciones como por parte de la propia Confederación Hidrográfica del Miño-Sil.

Este proyecto coincide con el remate de la concesión de la explotación de este tramo del Arenteiro que se extiende hasta el entorno del Castro Cavadoso, en Boborás

La presa tiene alrededor de 20 metros de altura y la estructura, que será desmantelada junto con las tuberías por las que caía el agua hacia la central hidroeléctrica, es de hormigón.

El objetivo de este proyecto que impulsa la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil es que el río Arenteiro vuelva a su estado original, recuperando su trazado natural, teniendo en cuenta que las instalaciones llevan décadas sin utilizar y en un estado de total abandono.

Historia

Fue en la década de los años 60 cuando la antigua Cheda puso en marcha una central renovada, con una nueva presa en Bouteiro de Cabanelas, iniciando el proceso en el año 1948, según los datos que maneja el alcalde de Carballiño, Francisco Fumega.

Desde el embalse de Bouteiro, el canal de agua atraviesa el monte por un túnel, donde se asientan las ruinas de Castro Cavadoso, para cruzar luego el Arenteiro por un puente y una tubería de sifón de 400 metros de longitud. "Desde aquí atraviesa por un nuevo túnel de 1.500 metros el coto de Banga, finalizando en la orilla izquierda del Avia con la gran tubería a presión de un metro de diámetro, 560 metros de longitud y un impresionante desnivel o caída de 216 metros", según se recogía en una crónica de La Región en el año 1960, cuando estaba a punto de ponerse en marcha el nuevo embalse. 

"No hace falta comentario alguno resaltando lo que ello significará en el futuro del pueblo carballiñés, tanto para la industria como para los usos de todas clases", apuntaba la misma crónica.

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