San Amaro aspira a ser un referente en equinoterapia

Sonia Bouzo con Dani, de 17 años, en la terapia.
photo_camera Sonia Bouzo con Dani, de 17 años, en la terapia.
Tres voluntarios enseñan equitación y aplican terapia a personas con diversidad funcional

Las instalaciones del viejo campo de fútbol de San Amaro acogen desde hace cerca de un año la Escola de Equitación y Equinoterapia San Amaro promovida por una asociación sin ánimo de lucro, de la que forman parte tres técnicos de la actividad ecuestre que de manera altruista dan clases a diario, contando en estos momentos con aproximadamente 50 usuarios, a los que se suman 20 familias con miembros con diversidad funcional, y que para septiembre aumentarán en número con la incorporación de más personas pertenecientes a otras dos asociaciones.

Sonia Bouzo, educadora y orientadora, y Marta Rodríguez, enfermera, dedican cada miércoles a la equinoterapia y Manuel Cid, maestro ecuestre, se encarga de las clases cada día de doma clásica e incluso de adiestramiento para competiciones. Ellos cuentan con el apoyo del Concello de San Amaro, cuyo alcalde, Fernando Rodríguez Redondo, después de realizar algunas mejoras en las antiguas instalaciones futbolísticas, pretende firmar un convenio con la Consellería de Medio Rural para que esta escuela se considere un proyecto “senlleiro”, financiado por el Agader y así poder acometer las reformas más urgentes.

La necesidad de una cubierta para que puedan impartirse las clases o la terapia aunque llueva, además de un mínimo de 10 cuadras, fundamentalmente para acoger los caballos cuando se concentran en San Amaro para participar en competiciones, son los proyectos que más urgen en estos momentos, según manifestaba Sonia Bouzo.

“Hai un ano que empezamos con este proxecto para o que reformamos con fondos propios peches, servizos e vestiarios e hoxe queremos potenciar a equinoterapia, queremos aproveitar esta gran labor social e facer de San Amaro un referente en hípica e en equinoterapia”, apunta Rodríguez Redondo.

Sonia Bouzo lleva 13 años realizando terapia. Después de su estancia en Vilamarín emprendió junto a sus dos compañeros la experiencia de San Amaro. El principio fue algo complejo, “porque os cabalos non estaban afeitos a estar sempre fóra e en liberdade, pero agora xa se adaptaron desde que utilizamos un monte comunal próximo, ademais do campo de fútbol”, explica.

Son en total seis equinos, además de otros que aportan particulares para su adiestramiento y que también ceden para las clases y terapia. Sonia Bouzo manifiesta su enorme satisfacción por la forma de responder de los caballos ante situaciones difíciles para ellos, “mostrando un comportamento e actitudes exemplares”.

Así, acuden usuarios de Carballiño y O Ribeiro y de la ciudad de Ourense, y en cuanto a la terapia se aplica en personas con autismo, esclerosis múltiple, parálisis cerebral y con problemas de salud mental. “Tamén necesitamos voluntarios que axuden sobre todo nos primeiros días da terapia”, indica.

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