Castrelo de Miño pierde 170.000 litros de agua de la traída cada día

El Concello de Castrelo de Miño ha detectado un total de 16 fugas subterráneas en la red de abastecimiento del municipio, lo que supone una pérdida de 170.000 litros diarios de agua. Hace varios meses que la brigada de obras municipal inició los trabajos de detección mediante un sistema de ultrasonidos y a la vista de los resultados, las autoridades municipales han decidido solucionar el problema alquilando la maquinaria necesaria para proceder a su reparación. Las obras se pusieron en marcha el pasado viernes y se prolongarán el tiempo necesario hasta sellar cada una de las 16 fugas que han sido localizadas. El alcalde de Castrelo de Miño, Avelino Pazos, señalaba que fueron conscientes de la situación al comprobar la enorme diferencia que había entre los litros consumidos por la población y la cantidad de agua que realmente se estaba gastando. Por ese motivo, se llevó a cabo un rastreo por toda la red, detectando algunas averías más superficiales pero comprobando que había muchas subterráneas, que eran las que constituían un serio problema. Ahora ya está en marcha la reparación, que ejecuta la brigada municipal. Las fugas están repartidas por distintos lugares del concello, aunque la mayor parte de ellas se concentran en la parte baja, en torno a Astariz, Prado y Barral, fundamentalmente. La antigüedad de las tuberías es el principal motivo de las averías, que se intensifican sobre todo en invierno, cuando debido a las heladas se producen dilataciones en las conexiones y así acaban por producirse las pérdidas. Contaminación Por otra parte, relacionado con el suministro de agua, la Xunta de Galicia procede en estos momentos a la instalación de nuevos filtros en el depósito de Traveso, perteneciente a la captación localizada en Coto Novelle, con el fin de eliminar el arsénico del abastecimiento en la parte del municipio que se ha visto afectada por la contaminación. Son los segundos filtros que se colocan, después de haber sido cedidos con anterioridad por la Diputación de Ourense en el año 2020. Entre los meses de junio y julio del pasado año se detectó la pérdida de arena que actúa como filtro y fue necesaria una reparación. A finales de año han vuelto a fallar, por cuyo motivo la Xunta ejecuta una solución provisional hasta que se realice una nueva captación en el río Miño, cuyo proyecto está ahora en fase de redacción, según confirma el alcalde, Avelino Pazos. Las zonas afectadas son Santa María, Nogueiredo, O Rial, O Pazo, Cortiñas, Paradela y una parte de Barral.