Ribadavia inauguró una programación de tres jornadas para la exaltación de los vinos
Ribadavia inauguró ayer la 60ª edición de la Feira do Viño do Ribeiro, que cuenta este año con la participación de 35 bodegas ofreciendo una amplia gama de vinos, y una completa programación en la que las catas y degustaciones de los caldos de esta Denominación de Origen se combinan con la gastronomía, música en directo, talleres de cocina, master class, zona de ocio infantil y visitas guiadas, entre otras ofertas.
La organización ha querido homenajear a los impulsores de la feria, haciendo un guiño al pasado ya en el cartel promocional que recuerda aquella primera edición de hace 60 años y eligiendo también como pregonero a uno de los promotores del evento, Juan Antonio Bande Alonso.
Con numeroso público en el recinto ferial de la Alameda se iniciaba el acto inaugural que abría el presidente del Consello Regulador de la Denominación de Origen Ribeiro, Juan Manuel Casares, refiriéndose a la realidad conseguida de “un Ribeiro que vive unha nova primavera; un proxecto sólido e estable e, sobre todo, unha enocomarca dona do seu propio futuro que se proxecta a nivel estatal e internacional”. Asimismo, señalaba tres grandes objetivos para la denominación: “O redimensionamento da nosa base territorial, diminuíndo a sangría de hectáreas que padecemos; a conversión desta xoia para os sentidos nun destino turístico de calidade e desestacionalizado e a posta en valor da figura do viticultor”. En ese sentido, considera necesario que sigan subiendo los precios de la uva para estimular la cadena de valor del Ribeiro y la incorporación de jóvenes a la viticultura.
El vicepresidente de la Diputación, César Fernández, calificó el sector vitivinícola como “fundamental para o desenvolvemento económico da provincia”; y reconocía el esfuerzo de todas aquellas personas que en estos 60 años contribuyeron a la celebración de esta feria.
“Filiberto Soto, Benito Escudeiro, Julio Gómez, Manuel González e Juan Bande Alonso, que nos acompaña hoxe, foron eses visionarios en dar a coñecer os viños do Ribeiro”, destacaba la alcaldesa, Noelia Rodríguez. La regidora señalaba que “a evolución da feira do viño tivo os seus efectos colaterais para Ribadavia e o Ribeiro, como a concesión dunha Axencia de Extensión Agraria, a apertura dunha oficina de turismo ou a creación do Museo de Ribadavia. Tamén se ampliou o cooperativismo en Ribadavia” y recordó que “moi importante foi o ano 1973, porque aparte das 60 edicións da Feira do Viño, tamén celebramos este ano 50 anos da declaración de Festa de Interese Turístico Nacional”.
El conselleiro de Medio Rural, José González, se refirió a tres aspectos fundamentales de esta denominación como claves para el futuro: la apuesta por las variedades autóctonas, por la recuperación de zonas históricas de viñedo y por la calidad. Además, señalaba como objetivo mejorar el posicionamiento de los vinos, aumentar su competitividad en mercados nacionales e internacionales y transformar la capacidad de poner en valor los territorios en los que se produce.
El fregón
Juan Bande hacía una exaltación de la comarca vitivinícola a lo largo de la historia y como en el año 1958, con 21.000 hectáreas de viñedo en Ourense, de las que O Ribeiro contaba con algo más de la tercera parte, “aínda era a sexta provincia produtora do viño de España”. Fue en un contexto de “intento de modernización del país de principio da década dos sesenta e de apertura da masiva emigración a Europa, co conseguinte abandono do campo, cando naceu a Feira do Viño do Ribeiro”; y recordó la séptima edición con el primer pregón de Álvaro Cunqueiro, al mismo tiempo que hacía una mención especial a sus compañeros de organización, ya fallecidos. El pregonero finalizaba con un poema, después de instar a las autoridades a “que velen o máximo posible por este Ribeiro”.
