La Iglesia de Santo Domingo, en Ribadavia, abrirá sus puertas a los feligreses en menos de un mes, justo el tiempo que le lleve a la empresa ultimar los flecos de una obra de rehabilitación de este templo, que forma parte de un conjunto histórico-artístico, y que fue promovida por la Asociación Amigos del Patrimonio Religioso de Ribadavia. El proyecto consistió en un cambio de cubierta -lo que más urgía debido a las filtraciones de agua-, además de una limpieza exterior de toda la estructura.
La asociación, presidida por su creador, Juan Bande, aglutina 70 socios, que protegen las siete iglesias con las que cuenta Ribadavia. Juan Bande expresa su agradecimiento al conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, por atender su petición, y al alcalde, César Fernández, que consiguió que se ampliaran los trabajos a la fachada.
En total, se invirtieron 733.000 euros, y ahora, según apuntó el presidente, solamente queda pendiente una intervención en el suelo del interior para acabar con la humedad que allí se acumula cuando llueve, y que quedará para una nueva fase.
“Esta ha sido la obra de conservación más importante promovida por la asociación”, explica Juan Bande. No obstante, desde que se constituyó en 2016, ha realizado trabajos de limpieza “siempre que lo necesitan” en las fachadas de las iglesias de San Juan y Santiago.
Más trabajos
Además, en la de San Juan, la parroquia acometió el acondicionamiento del interior y la asociación ha encargado un proyecto para acometer la limpieza exterior. También han solicitado al Concello una limpieza más profunda de la realizada en el atrio de Santa María da Oliveira y trabajan en un proyecto de iluminación del campanario de San Francisco. Al respecto, indica el presidente que el campanario de la iglesia de Santiago ya cuenta con iluminación y también la capilla de la Virgen del Portal, que financió uno de los directivos, Amando Martínez.
