Un joven de 20 años natural de Arcos (Carballiño), J.I.C., falleció ayer por la tarde tras precipitarse a las pozas de Melón. Estaba pasando la tarde con sus padres y su novia cuando, por motivos que tendrá que esclarecer el forense, se cayó desde las fervenzas de Tourón.
Se precipitó sobre una altura de 30 metros y, pese a que los servicios de emergencias trataron de reanimarle durante media hora, no se pudo salvar su vida.
Canterano del Arenteiro
El fallecido, de 20 años, era jugador del Arenteiro Promesas, el filial del conjunto carballiñés. Según explicó el club a través de las redes sociales, formó parte de las categorías inferiores y mostró su pesar por la muerte del joven futbolista.
El rescate
Aunque la zona de baño no tiene un acceso especialmente complicado, la parte baja de la fervenza sí que presenta mayor complejidad. Los equipos de GES de Ribadavia, la Guardia Civil, los bomberos de Carballiño, Protección Civil de Melón, personal del PAC de la localidad y el helicóptero medicalizado del 061 aunaron sus fuerzas para acceder al lugar. El rescate del cuerpo llevó casi tres horas, además de la reanimación. Una empresa de barranquismo de Carballiño ayudó a los rescatadores en la bajada.
Un lugar peligroso
No es la primera vez que en esta zona de Melón fallece alguien por caídas o al quedarse atrapados entre las grutas. La peligrosidad del lugar ya se cobró la vida de al menos seis personas desde principios de siglo. Hubo varios proyectos para mejorar la seguridad de la zona, pero todavía no se llevaron a cabo.
