OURENSE NO TEMPO

Campanas de Fátima

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photo_camera Las campanas llegan a Fátima (Fotografía facilitada por Pilar Núñez)

Hace unos días Don Celso RodrÍguez Lourido, párroco del Santuario de Fátima en el Couto, tuvo la amabilidad de dejarme subir al campanario para observar las vistas que esas alturas facilitan...

Coincidió que hace unos días Don Celso RodrÍguez Lourido, párroco del Santuario de Fátima en el Couto, tuvo la amabilidad de dejarme subir al campanario para observar las vistas que esas alturas facilitan. En mi mente llevaba las que gracias a unas fotografías que me presto mi amiga Pilar Núñez, pude ver de los años sesenta (aprox.). Y os aseguro que aun mereciendo la pena subir esos empinados escalones, me sentí un poco defraudado. Aunque solamente un poco, ya que a pesar de que los embates del “progreso” han desmejorado esas vistas no han conseguido reducir la espectacularidad de las campanas que habitan en esta torre.

Hace años que en el blog hablé de ellas, y con ayuda del bueno de Don José Alvarez, el primer párroco, os comenté algún detalle de su funcionamiento; hoy os puedo asegurar que me llamaron la atención y daros un dato que entonces desconocía: una de ellas tiene grabado el nombre del primer patrono de la parroquia, San Francisco de Regis, y la otra, el de Nuestra Señora de Fátima.

Sin duda, la fecha que identificamos con la Virgen de Fátima es el día 13 de mayo. En Ourense, tendremos que destacar el del año 1962, en que se celebró su inauguración. Sin embargo, no debemos olvidar que han sido muchas más. Para la historia quedó el día del mes de enero de 1947, en que el obispo Nájera presidió la colocación de la primera piedra.

El 30 de mayo de 1948 es otro gran momento; ese día la imagen de la Virgen hacía entrada por primera vez en la ciudad (la imagen fue donada por doña Elena Suárez de Varela). El 10 de enero de 1950 fue el día que finalizó el peregrinaje de la Virgen por la casi totalidad de poblaciones ourensanos “después de haber permanecido la imagen 24 horas en cada feligresía, expuesta al culto día y noche”.

Posteriormente a la ya comentada de mayo del 62, y con el santuario inaugurado, fue necesario seguir trabajando en detalles que la ansiedad de los ourensanos por ver rematado e inaugurado el templo fueron aplazando, pero que eran imprescindibles. Ese caso, entre otros, fue el de las campanas; por ellas hubo que aguardar casi otros dos años. Fue el 3 de mayo de 1964.

De todas formas, como nos confirma Don José Álvarez en el “folleto” (como él le llamo) que escribió con motivo de la inauguración, estaba todo absolutamente previsto: 

“El carillón constará de 9 campanas, que sonarán automáticamente, pulsadas por un dispositivo eléctrico. A las ocho de la mañana, tocarán un cántico de saludo a la Santísima Virgen; a las doce, el Ángelus, y a las ocho de la tarde, otra composición mariana, entonando además, el "Ave de Fátima" antes de que el reloj de la torre anuncie las distintas horas del día. Automáticamente durante la noche, dejara de funcionar el carillón.

Las campanas para el culto serán dos. La mayor, de mil quinientos kilos; la otra, de ochocientos. Según se pulse uno o dos determinados botones instalados en el cuadro de mandos de la sacristía, volteará una o las dos campanas. A otro botón corresponderá un repique fino, pero también podrá repicarse a capricho, incluso combinando estas campanas con las del carillón mediante un teclado especial. El toque corriente de una sola campana también se verificará pulsando un botón”.

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