OURENSE NO TEMPO

Construyendo un sueño

ppdad_pnunez_result
photo_camera Imagen aérea de finales de los años 50 del siglo XX. (Foto de Pilar Núñez)

¡Nos vemos en la procesión!

Nada existe más fuerte, que la voluntad humana y si aun encima ponemos de acuerdo a toda una colectividad, nada se les interpondrá. Coincidiendo con la culminación de la novena de Fátima, me vais a permitir que me centre en las iniciativas que monseñor José Álvarez puso en marcha para alcanzar su objetivo: conseguir la colaboración de toda la ciudadanía a fin de erigir el Santuario del Couto. 

Fue en marzo de 1949 cuando Don José Álvarez González recibió el encargo de dirigir la parroquia del Couto, entonces llamada San Francisco de Regis. El culto se celebraba en la capilla del Santo Ángel, y el santuario, a pesar de los deseos de todos los implicados, no conseguía avanzar. Los fondos asignados de manera oficial eran a todas luces insuficientes, y todo se presentaba como un reto de difícil consecución. En esa tesitura, pero con las ideas claras, se pusieron en marcha diferentes acciones que a base de “pequeños” objetivos dieron el fruto deseado. Ya no se trata de recordar las incontables cartas que se enviaron a todas las autoridades locales, provinciales y nacionales, ni siquiera la picaresca que en ocasiones hubo que poner en marcha, como aquel día que (me cuentan) subía un camión cargado de sacos de cemento hacia la obra del Seminario y por alguna razón se detuvo, quizás averiado…, cerca del santuario. Don José, para colaborar, se ofreció a liberar de parte de la carga al vehículo, a lo que el obispo Nájera accedió. Al cabo de unos minutos el camión estaba totalmente vacío…
Hoy mi intención es recordar campañas muy cercanas e imaginativas que se hicieron imprescindibles y posiblemente tengan parte de culpa de que Ourense considere el Santuario como algo realmente propio. Una de estas, consistió en la campaña de la piedra, por 50 pesetas. Se podía apadrinar una de las losas que formaban la basílica, existiendo un libro que recogía el dato de quien aportaba cada piedra. A esta campaña se unió la más popular entre los jóvenes, se trataba de “apadrinar” un ladrillo. En esta ocasión era pensando en economías más precarias pero igual de voluntariosas, que por 25 céntimos ya podían aportar su granito de arena. Junto a estas campañas, Don José puso en marcha otra campaña que años más tarde incluso sería bautizada por otro gran ourensano: se trataba de la recogida de trapos, papel, botellas y metal que los jóvenes de la parroquia recogían y clasificaban para su posterior venta. (El padre Silva, le llamó "Trapa bocha", al cambiar metal por chatarra.)

Otras campañas fueron dirigidas a recoger oro (5 kg), níquel, plata (50 kg), cobre (1.800 kg en monedas, cazuelas etc.), bronce (200 almireces), materiales que después de fundidos pasarían a formar directamente objetos para el santuario, campanas, lámparas etc. A riesgo de dejar muchos datos en el olvido, hoy quiero recordar el instrumento que Don José utilizó para tener informados a todos los feligreses de sus avances y necesidades: durante más de diez años edito el boletín "El mensaje de Fátima", publicación que ocupa el puesto 199 en el imprescindible “A prensa en Ourense e a sua provincia”, de Marcos Valcárcel. (Quizás por no haber encontrado fondos, la ficha realizada por el profesor es muy escueta.) 

 Aquí os dejo la ficha reconstruida por mis datos:

I Subtítulo: Tuvo varios. Al inicial de "Órgano de la Cofradía Diocesana de Nuestra Señora de Fátima", se une en enero del 56, el de "Hoja oficial de la Diócesis de Orense", para en marzo del 64, coincidiendo con su tercera etapa, pasar a ser la "Hoja diocesana parroquial". 

II Redacción y Administración: Ervedelo 67 - Couto, Ourense es donde estuvo desde su inicio, hasta que en febrero de 1964 pasa al Seminario Mayor y en diciembre del 65 al obispado.

III Imprenta: La Comercial, Puente, Orense. En octubre del 64 pasó a imprimirse en La Región. 

IV Periodicidad: Tuvo cambios motivados por las necesidades económicas. Nació mensual, pero en el periodo comprendido entre enero del 56 y julio del 58 pasó a ser quincenal.

V Fechas: El primer número salía a la luz el 13 de abril de 1952, y el último que conozco salió en agosto del 66 (nº 178).

VI Formato: 23x19, reduciéndose en la tercera etapa.

VII Páginas: Cuatro, a tres columnas.

VIII Ilustraciones: Muy escasas, fotos y dibujos, aunque la calidad no es buena.

IX Precio: Número suelto, 50 cts. Suscripción anual, 5 pts.

XI Fundador y director: Monseñor José Álvarez González.

XII Redactor: El propio don José.

XIII Colaboradores: De manera ocasional, don Nicandro Pérez Vázquez (presidente de la cofradía de Fátima), Don Alejandro González (tesorero), don José María Ruiz, Doña María Dolores Hermida Cachalvite, los obispos Temiño y Miguel Ángel Araujo, así como gran cantidad de sacerdotes y seminaristas. Aunque de justicia es advertir que esas colaboraciones fueron en los últimos tiempos. La mayor parte de los artículos son obra de don José, a pesar de que no firmaba con su nombre. Él era Celidonio, El amigo de los niños, y algunos pseudónimos más que aparecen en la publicación.

XIV Temática: Religiosa, pero su claro objetivo es informar del avance de las obras del Santuario y recabar la colaboración de todos los fieles. 

XV Lengua: Castellana, con alguna pincelada de gallego

XVI Secciones: No creo que se puedan considerar secciones fijas. Si acaso, existen tres apartados que aparecen con frecuencia: “Dígame Padre Luis”, en la que contesta preguntas de los lectores sobre dudas religiosas del tipo ¿es pecado pintarse?, ¿es pecado adelgazar?, con toda probabilidad preguntas hechas por gente joven… “Un poco de historia”, en la que cuentan todo lo relativo al milagro de Fátima y la vida de sus protagonistas, los tres pastorcillos. Y las “Cartas de Melenas a Celidonio”, en las que con sorna y naturalidad se hacen comentarios morales y educativos.

XVIII Comentario: Otra muestra más de la ilusión y esfuerzo que dedicó Don José a su tarea de poner a toda la ciudad y gran parte de la provincia de acuerdo para erigir el gran templo que hoy preside el barrio del Couto. 

XIX Fondos: En el Santuario se conserva una colección completa (supuestamente), y en manos de particulares me consta la existencia de varias colecciones y una gran cantidad de números sueltos.

¡Nos vemos en la procesión!
Mi agradecimiento a mi amiga Pilar Núñez y al párroco Don Celso R. Lourido por su colaboración.

Te puede interesar