La larga, intensa y poco habitual ola de calor que ha abrasado la provincia de Ourense durante la última semana es el cambio climático que ya ha llegado a casa. El delegado en Galicia de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Francisco Infante, aseguró a este diario que “la mayor frecuencia e intensidad de las olas de calor está íntimamente relacionada con el cambio climático. Estos 44 grados en Ourense ya son el cambio climático. Es esto; ya está aquí: episodios de calor cada vez más prolongados, frecuentes e intensos”.
En Galicia es más común el episodio de calor que la ola de calor, que tiene una duración mayor. “Esta ola tan larga no es normal en la provincia de Ourense. Tampoco es frecuente que la DANA situada al oeste peninsular empujando una masa de aire muy cálido de origen africano lleve tanto tiempo casi sin moverse, con una situación cuasiestacionaria en esa posición”, señaló Infante, que advirtió que las previsiones apuntan a que estas olas de calor serán más frecuentes y, a mediados de siglo o en veinte años, van a ser habituales y aumentarán la mortalidad.
De excepcional la calificó el coordinador de Meteogalicia, Juan Taboada, que recordó que la última ola de calor fue en 2018, con más de 40 grados, y duró cuatro días. “La única comparable con esta es la de 2003, que duró ocho o nueve días. Estas olas de calor se van a volver más frecuentes por el cambio climático”, reconoció.
El resto del verano
El pronóstico de la Aemet para el trimestre de julio, agosto y septiembre es que va a ser más cálido y seco de lo normal. Y se está cumpliendo. “Es probable que haya más olas de calor este verano, aunque no es una certeza; aún no sabemos si se producirán”, dijo su delegado. Desde Meteogalicia, Taboada indicó que “no hay que descartar más episodios de calor durante lo que queda de verano, aunque no sean tan intensos ni tan extensos”.
Esta ola de calor, que se va a dejar sentir también en toda Europa, incluido el Reino Unido y el norte del continente, ha dejado máximas tan altas en la provincia debido al “clima continental de Ourense y a su orografía, ya que en el valle del Miño el aire tiende a estancarse y se produce una retroalimentación o sobrecalentamiento que se va acumulando día a día debido a la insolación”, explicó Infante.
Aunque es cierto que hace 100 años había olas de calor, no eran tan frecuentes e intensas ni tenían lugar en zonas tan al norte, y el calentamiento global ya está modificando los umbrales meteorológicos y los valores extremos. “Estamos ajustando las temperaturas al alza para adaptarlas al clima”, reconoció Infante, que advirtió que la temperatura media ya ha ascendido 1,2 grados cuando el límite del calentamiento global, establecido por la Conferencia del Clima de París, es un grado y medio o un máximo de dos grados. “Se trata de evitar la aparición de situaciones extremas del clima absolutamente impredecibles y de evolución catastrófica. Estamos a solo a tres décimas del límite”, concluyó, confiado en que aún estamos a tiempo de revertir el cambio climático.
La ola de calor termina el lunes, pero el jueves suben las máximas
La ola de calor que afecta a la provincia de Ourense y al resto de Galicia desde hace una semana llegará a su fin este lunes, cuando las temperaturas empezarán a bajar, según aseguraron fuentes de Meteogalicia a este diario. “Se esperan temperaturas más suaves. Aun así, como partimos de valores muy elevados, el lunes estaremos en torno a los 30 o 33 grados, más acordes con las máximas propias del mes de julio en la provincia”, señalaron. Tanto el lunes como el martes, se producirá un descenso bastante drástico de las temperaturas máximas y mínimas. “A partir del miércoles y el jueves, podrían volver a ascender”, indicaron.
Ayer en la ciudad se registraron 38, 3 grados de máxima, rompiendo una secuencia de cinco días por encima de los 40 grados. Valdeorras alcanzó la mayor temperatura: 39,5.
