El 90% de las casas ourensanas estaría fuera del mercado en 2030

El parque de viviendas provincial afrontará una profunda reforma durante los próximos seis años. Lo hará obligado por la publicación de la normativa europea de eficiencia energética, que la Unión puso en marcha en abril de este año, y que obliga para el año 2030 a toda vivienda que quiera seguir en el mercado de compraventa o de alquiler a contar primero con un certificado energético -un título que mide el consumo del hogar y el funcionamiento de su aislamiento- y que ese certificado se encuentre en un determinado rango (mínimo categoría E) para ser apto como bien de mercado. Estos dos requisitos dejan fuera al 90% del parque de viviendas de Ourense, que en 2023 era de 273.594 casas, de las cuales apenas el 10% (en torno a 25.000) disponen de este certificado.

“As calificacións de eficiencia enerxética son o resultado de medir as necesidades enerxéticas dunha vivenda en condiciones normais de funcionamento e emprego”, explica Pablo Fernández, director xeral de Planificación Enerxética de la Xunta. “En función do consumo de enerxía primaria de orixe non renovable, e das emisións de CO2 emitidas, establécense uns limiares da A ata a G. Un edificio de tipo A precisa que ese consumo de enerxía sexa inferior a 44,6 kilowarios/hora por metro cadrado ó ano; e teña unhas emisións inferiores a 10kg de CO2 por metro cadrado ó ano. Conforme se incrementa a emisión de CO2, vaise avanzando ata o G, que é a peor clasificación”, concluye.

Según los últimos datos del Instituto Enerxético de Galicia, apenas 960 viviendas de las que disponen de certificación se encontrarían entre las más eficientes, menos de la décima parte respecto aos de categoría E (cuyo consumo se situaría en los 303,7 kWh/por metro cuadrado anuales y emisiones de CO2 inferiores a 66 Kg de CO2/ por metro cuadrado cada año); que son la mayoría de las viviendas que en estos momentos disponen de un certificado.

Esa categoría E es el suelo fijado por la Unión Europea para una vivienda apta en el año 2030. La directiva europea también responsabiliza a cada estado de contar con una estrategia a nivel nacional enfocada en el parque residencial. Con estas medidas, se espera haber reducido el consumo energético en un 16% para el año 2030 y entre un 20% y un 22% para el año 2040. El objetivo final es llegar a 2050 con un parque de viviendas de cero emisiones.

Otra de las medidas de esta normativa contempla el fin de incentivos para instalar calderas alimentadas por combustibles fósiles a partir del 1 de enero de 2025.

Esperanzas puestas en la gran renovación que habrá en 2025

Los certificados energéticos de las viviendas tienen fecha de caducidad. Se revisan aproximadamente cada diez años, y la mayoría de estos títulos emitidos por el Instituto Enerxético de Galicia vencerán en 2025. Eso significa que habrá una revisión general del parque de viviendas durante el próximo año, donde la Xunta de Galicia espera que los datos mejoren significativamente debido a los distintos programas de ayudas puestos en marcha por el Instituto Galego de Vivenda e Solo para la reforma de vivienda antigua y aislamiento de hogares. “A crise enerxética pola guerra de Ucraína xerou moito interese en mellorar a eficiencia dos fogares”, cuenta Pablo Fernández, director xeral de Planificación Enerxética. “Observamos que a xente dalle agora importancia ó consumo, e agardamos que os incentivos económicos do Instituto Galego de Vivenda e Solo respecto ó illamento se reflictan en mellores resultados”.

La intención de la administración autonómica es que el próximo año se incrementen tanto el número de viviendas y edificios con certificado energético como que haya una variación hacia las categorías con menos consumo. Según Pablo Fernandez, “máis ou menos o 49% das vivendas de Galicia que teñen certificación atoparíanse na categoría E. Por debaixo contaríamos ata un 27%, pero só un 4, 9% se situaría no mellor rango de consumo”, explica el director xeral. En la provincia de Ourense, este porcentaje es ligeramente inferior, quedando en el 4,5% de las casas con certificado las que se encuentran en rango A o B de eficiencia energética.