Acisclo Manzano saca a la luz sus eremitas de Rocas

Acisclo Manzano, escultor ourensano
photo_camera Acisclo Manzano, escultor ourensano
El escultor Acisclo Manzano quiere cerrar su carrera regalando una pieza a cada ourensano

Acisclo Manzano (Ourense, 1940) empezó en la escultura tallando madera con una navaja de afeitar. Estaba ingresado en el hospital de Piñor y veía a los internos hacer cajas de puros. Era un niño. Ahora, a los 84, se propone realizar una exposición al año hasta que cumpla los 90. Su objetivo final: que cada ourensano tenga una pieza suya en casa.

De momento, inaugura “Eremitas” este viernes a las 19,00 horas, en el centro cultural Marcos Valcárcel. “Es mi manera de dar las gracias a aquellos eremitas, muchos de ellos anónimos, que un día escogieron nuestras tierras para vivir. Y a los que yo quiero devolver esos monasterios que un día poblaron”, dice sobre aquellos anacoretas de San Pedro de Rocas, que él talla en estas seis piezas. Una inscripción en una roca confirmó hace apenas unos años la presencia de estos hombres en el monasterio de Rocas hasta el siglo XIV, en plena Ribeira Sacra. “Esta es una exposición sobre los eremitas que llegaron de Egipto a la selva verde, para adorar a Dios”, cuenta el artista al otro lado del teléfono. La muestra está montada desde este jueves y este viernes será su gran puesta de largo.

Estos eremitas vinieron a rezar y son los fundadores de Rocas. Quiero que otros recuerden que en ese tiempo llegaron aquí de Egipto a un lugar sagrado como la Ribeira Sacra. ¡Ahora somos nosotros los que vamos a Egipto!”, bromea. 

Llevaba tiempo maquinando esta muestra, que finalmente se traduce en seis piezas de los eremitas y un mural. “Es muy sencillla, una exposición de como eran los eremitas. Muy tranquilitos, llegaban, oraban y adoraban”, relata Acisclo. No es la primera vez que él también se siente un poco eremita: en el campo, en soledad, talla mejor su obra. 

Esta muestra también le lleva a la infancia. “Desde niño, iba siempre a Rocas, tengo un sentimiento muy profundo del lugar, como buen roqueño y buen ourensano”, cuenta. La cabeza no le para. “Voy a hacer cada año una exposición temática. Si es en Santiago, el Pórtico de la Gloria. En la Costa da Morte, sobre el mar. Y así en toda Galicia”, explica. Y cuando llegue a los 90… “que espero llegar, con la ayuda de los eremitas, para después reunirme con ellos, haré una exposición”. Ya tiene el título para esa obra cumbre: “Tocar e levar”. La idea, muy fácil: “Es madera. Coges y te la llevas. Es mi regalo, porque la escultura me dio la vida. Que en cada casa, los ourensanos tengan una pieza mía. Una de Acisclo. Yo me llamo escultor”.

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