Él niega que la violara y ella dice que le pidió que parase


Un acusado de un supuesto delito de agresión sexual en un portal se enfrenta a nueve años de prisión  

“Soy una persona normal, con una vida normal, no soy ningún violador, lo juro por lo que más quiero”, alegaba Martín C.B. en la última intervención de un juicio celebrado ayer en la Audiencia Provincial de Ourense. Está acusado de un delito de agresión sexual, por unos hechos que se remontan al 13 de septiembre de 2019. Según la versión de la fiscalía y de la acusación particular, el imputado presuntamente violó a una joven en el rellano de un portal. Ahora, el hombre se enfrenta a una petición de la fiscalía de nueve años de cárcel y diez por parte de la acusación particular.

Martín C.B. y la presunta víctima pasaban la  noche en una discoteca ourensana cuando, cerca de las 5 de la madrugada, decidieron salir por mutuo acuerdo. No se conocían de antes, pero aquella velada en la pista de baile habían establecido contacto y se habían besado. Se dirigieron a un portal y entraron. 

Llegados a este punto, las versiones de las partes divergen. Él afirma que la joven no había manifestado “ni de forma verbal ni de forma no verbal” que no quisiese mantener relaciones sexuales y que tras besarse, se desnudaron “colaborando” ambos en la tarea. Según su testimonio, la supuesta víctima ni lloró ni parecía que quisiese parar. Además, él eyaculó dentro y “ella no me comentó si tenía que ponerme preservativo”, señaló.

El relato de ella es radicalmente distinto.  “Cuando llegamos al portal yo me eché hacia atrás, pero él me dijo que estuviese tranquila, que no iba a pasar nada que yo no quisiera. Cuando subimos al rellano yo no quería hacer nada, pero él empezó a desvestirme. Yo le estaba diciendo que no quería nada, le dije varias veces que no”, explicó. Fue en ese momento cuando -según la versión de la víctima- Martín C.B. se puso encima de ella. “Recuerdo su presión. Yo lo apartaba y le decía que parase. Intenté separarlo con las manos, empecé a llorar. Entonces me dio una bofetada y me agarró del cuello. Tuve miedo de su violencia  y paré de resistirme”, relató la víctima en el juicio contestando las preguntas de la fiscal. 

Ambos explicaron que cuando el imputado eyaculó dentro de la víctima y se apartó, esta salió corriendo cogiendo la ropa que había en el suelo. A continuación, la víctima explicó que llamó a los dos amigos con los que había salido de fiesta para que fuesen donde estaba ella. Ambos explicaron que la encontraron sentada en un portal llorando y “en estado de shock”. También señalaron que se encaminaron en busca de una farmacia de guardia para comprar una píldora del día después. 

Fue en ese momento cuando,  según uno de los compañeros de la víctima, “apareció Martín comiendo unas patatas, dijo ‘yo no hice nada’ y se fue”

Las pruebas forenses

Los forenses que atendieron a la víctima afirman que pudieron comprobar la presencia de estrés postraumático y que esta había estado siguiendo un tratamiento. Recogieron muestras y encontraron restos del acusado bajo sus uñas y restos de semen en la zona perianal y vaginal de la víctima. 

Además, fueron preguntados por la defensa si el examen podría corresponderse con el de una relación consentida. A lo que el médico forense respondió que sí, “así como a una no consentida”. 

A definitivas

El juicio quedó visto para sentencia. El Ministerio Fiscal defiende que la versión “consistente en el tiempo y durante las diferentes tomas de declaración” son suficientes para constituirse como una prueba de cargo. 

Por su parte, el letrado del imputado pidió su libre absolución. Recurre a las declaraciones del forense sobre la posibilidad de que la relación fuese consentida y sobre la ausencia de marcas en la cara de la presunta víctima -que demostrarían que le dio una bofetada-.

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