El descarrilamiento del tren de Sogama dejó inutilizados 180 metros de vía en la línea Ourense-Santiago. El maquinista pudo ver el derrumbe de la trinchera sobre la vía pero no tuvo tiempo suficiente para detener el convoy, que necesita un tiempo de recorrido por la inercia de su gran masa, a pesar de venir de vacío desde la planta de Cerceda. Adif espera reponerlos en los próximos días para reabrir a la circulación esta línea que emplean a diario dos trenes de viajeros, uno por sentido, y varios mercantes. Las lluvias intensas y persistentes, ocurridas en las pasadas semanas parecen las causantes de la desestabilización de la trinchera, fenómeno similar al que había ocurrido apenas una semana antes a pocos kilómetros de distancia y en otros puntos de la red tanto viaria como ferroviaria del tercio norte del país.
Tras la intervención de los bomberos de Silleda, que ayudaron al maquinista a salir de la cabina de la locomotora con heridas leves, comenzaron los trabajos de restitución de la línea. Los trece vagones que no habían descarrilado fueron remolcados por una locomotora que acudió a la zona, hasta la estación de Lalín. El resto y la locomotora, esperaban en la mañana de ayer la llegada de dos grúas de gran tonelaje para iniciar las maniobras de evacuación de vagones y máquina. Sobre el terreno se ve si se necesitarán plataformas especiales para su conducción o bien podrán circular remolcados hasta un apartadero en espera de su transporte hasta el lugar de reparación. Estas labores, que se realizan bajo la dirección de personal de Renfe, operadora titular del tren de mercancías, se desarrollan en paralelo a las que la brigada de operarios de la empresa de mantenimiento de la línea, una UTE formada entre otras empresas por Ferrovial, Copasa y Cosfesa, está realizando para estabilizar la trinchera derrumbada.
Una vez que quede la vía expedita y la trinchera asegurada, se procederá a la reparación de la vía, reponiendo balasto, traviesas y rieles en los 180 metros afectados por el descarrilamiento. Los técnicos de Adif calculan que se podrá restituir la circulación ferroviaria en la línea a partir del fin de semana, si las cosas no se tuercen. En paralelo se están realizando inspecciones adicionales sobre las diferentes líneas potencialmente afectadas por los recientes fenómenos meteorológicos, una medida que es habitual tras este tipo de episodios y que forma parte de los planes de contingencia que Adif tiene señalados para las actuaciones de mantenimiento preventivo y correctivo de sus redes ferroviarias.
Entre tanto, Renfe ha dispuesto un dispositivo de transporte alternativo por carretera para los viajeros, en sustitución del automotor que realiza una circulación por sentido cada día entre Ourense y Santiago. Los trenes de mercancías utilizan como alternativa la línea del corredor del eje atlántico hasta Redondela y desde allí a Ourense por la línea del Miño, como es el caso del tren cerealero que sale cada mañana desde el puerto de Marín hasta Taboadela y desde allí retrocede hasta el apartadero de Coren en San Cibrao das Viñas.
La vía Ourense-Santiago no es la única que permanece cerrada al tráfico ferroviario. También lo está la línea Ourense-Monforte por obras que se prolongarán hasta el mes de julio, tiempo en el cual los usuarios que viajan a Lugo, comarca de Valdeorras, León, País Vasco y Barcelona tienen que hacerlo en autocares entre Ourense y Monforte y en taxis si los recorridos son entre Ourense y Barra de Miño, Peares y San Estevo de Sil.
