El grupo pretende que las ventas en el extranjero supongan el 50% de sus ingresos en tres años

Adolfo Domínguez apuesta por la internacionalización

García-Planas, Croissier, Adolfo Domínguez y De Carlos, en la Junta General de Accionistas.  (Foto: XESÚS FARIÑAS)
Frente a la crisis, internacionalización. Esa es la receta con la que Adolfo Domínguez pretende revertir la situación económica de la empresa y 'regresar a la senda de beneficio'. Según aseguró ayer Domínguez en la Junta General de Accionistas celebrada en el Parque Tecnolóxico, 'la apuesta por Latinoamérica, Oriente Medio y Asia a través de franquicias y las ventas en Europa mediante nuestra tienda online serán los ingredientes que harán posible' el giro a la situación actual.
Así, el grupo cerró el 2011 con unas pérdidas de 9,7 millones de euros aunque 'el bajo nivel de endeudamiento nos permite afrontar el futuro con tranquilidad', subrayó el presidente del grupo, que considera que la 'solidez financiera' de la empresa será 'clave' en el camino de regreso a los beneficios. A su juicio, la calma está 'definitivamente garantizada' con el acuerdo cerrado recientemente con las entidades para modificar las características de financiación.

La empresa, que abrió hace 20 años su primera tienda en el extranjero, tiene presencia ya en 38 países y cuatro continentes. Con todo, aspira a que los ingresos procedentes de otros países -que hoy suponen el 34% del total- crezcan en torno al 50% en los próximos tres años. La previsión de aperturas para este año es 'de al menos, otros 40 nuevos puntos de venta' en mercados internacionales, que se sumarían a los 72 nuevos comercios en el extranjero abiertos en 2011, en su mayor parte en régimen de franquicia, en Estados Unidos, Catar, China, Corea del Sur, México y Thailandia, entre otros.

Además de intentar incrementar las ventas en el extranjero, el grupo está llevando a cabo un plan de reducción de costes, que incluye un estudio de la viabilidad de algunos de sus puntos de venta en España, además de las medidas adoptadas en el ámbito laboral. En este sentido, Domínguez señalaba que 'el esfuerzo colectivo permitirá a la compañía superar las adversidades y completar con éxito el reto de la internacionalización'.

En el balance de 2011, el grupo registró un descenso en las ventas -pasando de los 205,35 millones de euros facturados en 2010 a los 199,75 millones del año pasado- e incrementó el número de tiendas propias -499 el pasado febrero frente a las 473 de febrero de 2011-, sobre todo en México, con 27 nuevos comercios. Incrementó en 56 los puntos de venta netos, como fruto de 112 aperturas y 56 cierres, 43 de los cuales fueron en el mercado español.

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