La Asociación de Familiares de Enfermos de Alzhéimer de Ourense (Afaor) plantea la necesidad de un protocolo que regule la atención a domicilio de los usuarios, tras conocer la decisión de la Xunta de retrasar la reapertura de los centros al 1 de septiembre. "Nosotros cumpliremos siempre las directrices de la administración, el nuestro es un colectivo de mucho riesgo y no vamos a abrir si no cambian las normas, pero es un hecho que el no tratamiento de estas personas supone un retraso en el mantenimiento de sus capacidades, además de más carga para las familias", apunta Óscar Doval, gerente de la entidad.
Los profesionales mantienen la asistencia telemática desde el inicio del estado de alarma, pero ante la prolongación del cierre del centro, proponen la posibilidad de regular la atención en casas. "No será ayuda a domicilio, no se pretender realizar intrusismo laboral, sino terapia psicológica, fisioterapéutica...", aclara Doval. El futuro centro de día de la entidad, previsto para este verano, estará listo en otoño, a causa del retraso provocado por el coronavirus.
Quejas del BNG
Noa Presas, cabeza de lista del BNG por Ourense, solicita a la Xunta un paquete de medidas para la desescalada de este tipo de centros. "Hai que acordar co sector unha folla de ruta que permita dar determinados servizos prioritarios", señala.
