Forman parte del paisaje de una provincia que cuenta con la mitad de los grandes embalses de Galicia. Sus construcciones ahogaron pueblos, terrenos e historias
Los embalses son un actor principal en el paisaje de la provincia de Ourense. Centrales, minicentrales, presas, pequeños embalses... De las 36 grandes instalaciones de este tipo que existen en Galicia, exactamente la mitad se encuentran en esta provincia, la mayoría en la cuenca del Miño. Un río que no tiene rival en Europa en cuanto al número de estructuras de captación de agua por metro cuadrado.
Construcciones que proliferaron como setas en la Dictadura (En 1940-1970, España multiplicó por 10 el volumen de agua embalsada), apostando por un modelo que cambió para siempre la fisonomía de la provincia. Embalses que guardan en su interior pueblos, terrenos e historias anegadas por las aguas. Aquí van algunas de ellas.
-> Las Conchas, un campamento romano y las cianobacterias Construido en los años 40, este embalse en A Limia anegó el campamento romano de Porto Quintela, así como varios puentes históricos de la ruta Braga-Santiago. Los problemas de contaminación del río Limia (saturado por las explotaciones ganaderas), derivaron en los últimos años en la aparición de las cianobacterias durante el verano. Un manto verde brillante contra el que se ha creado un plan de regeneración, que pasa por la construcción de unas piscinas y una intervención en las aguas. Para los ecologistas, no es suficiente.
-> Fin de año en Castrelo de Miño Los años 60 se acabaron en Castrelo de 
Miño inaugurando un embalse. El 31 de diciembre de 1969 terminaron las obras de una presa que rompió el paisaje de la zona, con unos 60 hectómetros cúbicos de agua embalsada que destruyeron uno de los valles más fértiles de Galicia.
-> Un embalse para el galimatías de Os Peares Dos provincias (Ourense y Lugo), cuatro concellos (Ferreira de Pantón, Carballedo, A Peroxa y Nogueira), tres partidos judiciales (Ourense, Chantada y Monforte), tres comarcas y dos diocésis conforman el jeroglífico de Os Peares. Como guinda a este prodigio administrativo, en 1955 quedó inaugurado aquí el primer embalse sobre el río Miño.
-> El mar interior de As Portas A unos 1.000 metros de altura se encuentra
en Vilariño de Conso una de las presas más grandes de la provincia. Construido en los primeros años 70 sobre el río Camba, el embalse de As Portas inundó varios pueblos y forzó el traslado de medio centenar de familias.
-> El valle glaciar del Cenza En la web Galeón se acuerdan de los lamentos del río Cenza. Lo que los expertos catalogan como el mejor valle glaciar de Galicia quedó inundado en 1994, tras la inauguración del embalse en la parroquia de Chaguazoso en Vilariño de Conso. Al menos, el río sigue presentando una de las mayores cascadas de agua de Galicia.
-> Emigrando a Argentina por un embalse El diseño del embalse de Prada acabó suponiendo la muerte del pueblo de Alberguería. Muchos de sus habitantes emigraron a Argentina. Aquí, un vídeo homenaje.
-> La resurrección de Aceredo Este pequeño pueblo de Lobios fue noticia en
2012. Inundado en 1992 por el embalse portugués de Lindoso, una brusca bajada de caudal del Limia 20 años depués dejó totalmente al descubierto las viviendas del lugar. Aceredo fue uno de los cinco pueblos (junto a Buscalque, O Bao, A Reloeira y Lantemil), sepultados por el agua.
