Mientras crece el debate sobre la viabilidad económica de los municipios y los analistas plantean la necesidad de fusiones, los alcaldes ourensanos integrados en la directiva de la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp) rechazan esta opción, pero sí defienden otras medidas, como la de articular las mancomunidades.
Así, Francisco José Fraga, alcalde de Piñor y vicepresidente de la Fegamp, explica que no cree que fusionar sea una solución, argumentando que en municipios más grandes probablemente falte capacidad para abarcar todas las necesidades, (y sobre todo las de zonas más rurales), ni tampoco supondría un gran ahorro en el pago a políticos, que en pequeños municipios suelen ser cantidades reducidas. A su juicio, las mancomunidades o consorcios para prestar servicios tendrían más repercusión y serían más eficiente. No obstante, ante el mal funcionamiento de los casos en los que se han creado, lamenta que estos órganos se hayan utilizado 'para facer política partidista' y defiende que se dediquen exclusivamente a la prestación de servicios, incluso profesionalizados con un gerente.
Por su parte, Francisco García, regidor de Allariz y también vicepresidente de la Fegamp, apunta que, antes de plantear el caso de los concellos, 'sería máis lóxico cuestionar o papel das Deputacións'. Además, sostiene que es necesario articular sistemas de financiación más justos, como el criterio de participación en los tributos del Estado, que actualmente solo tiene en cuenta el número de habitantes, cuando los alcaldes de regiones con gran dispersión o envejecimiento poblacional -como ocurre en Galicia y particularmente en Ourense- reivindican que se consideren también estos factores, ya que encarecen la prestación de servicios.
DEFINIR COMPETENCIAS
Con respecto a las fuentes de financiación, los regidores señalan que sería básico definir las competencias de cada administración y luego articular un sistema de financiación adecuado para esa estructura, ya que muchos Concellos asumen funciones que no les son propias (como limpieza de colegios o centros de salud, que son de la Xunta), según indica el alcalde de Piñor, que defiende la reforma de la Ley de Bases de Régimen Local.
En lo relativo a los ingresos, el regidor alaricano sostiene que muchos han visto reducidos los ingresos obtenidos por impuestos como el de la construcción (no tanto en municipios pequeños, según apunta el de Piñor) y esto condiciona las inversiones. No obstante, García indica que las inversiones también deben analizarse con rigurosidad, para ver si son realmente necesarias o sostenibles en el futuro, ya que luego su mantenimiento (personal, gastos de luz o agua) eleva el capítulo de gastos corrientes.
Por su parte, Francisco García, regidor de Allariz y también vicepresidente de la Fegamp, apunta que, antes de plantear el caso de los concellos, 'sería máis lóxico cuestionar o papel das Deputacións'. Además, sostiene que es necesario articular sistemas de financiación más justos, como el criterio de participación en los tributos del Estado, que actualmente solo tiene en cuenta el número de habitantes, cuando los alcaldes de regiones con gran dispersión o envejecimiento poblacional -como ocurre en Galicia y particularmente en Ourense- reivindican que se consideren también estos factores, ya que encarecen la prestación de servicios.
DEFINIR COMPETENCIAS
Con respecto a las fuentes de financiación, los regidores señalan que sería básico definir las competencias de cada administración y luego articular un sistema de financiación adecuado para esa estructura, ya que muchos Concellos asumen funciones que no les son propias (como limpieza de colegios o centros de salud, que son de la Xunta), según indica el alcalde de Piñor, que defiende la reforma de la Ley de Bases de Régimen Local.
En lo relativo a los ingresos, el regidor alaricano sostiene que muchos han visto reducidos los ingresos obtenidos por impuestos como el de la construcción (no tanto en municipios pequeños, según apunta el de Piñor) y esto condiciona las inversiones. No obstante, García indica que las inversiones también deben analizarse con rigurosidad, para ver si son realmente necesarias o sostenibles en el futuro, ya que luego su mantenimiento (personal, gastos de luz o agua) eleva el capítulo de gastos corrientes.
