El invierno se niega a abandonar la provincia

El frente frío estacionario que llegó el miércoles por la noche a la provincia se manifestó con una gran nevada primaveral que afectó principalmente a la mitad este de la provincia, en las zonas de alta montaña. Las precipitaciones comenzaron a media tarde, pero la masa de aire frío de componente norte convirtió las lluvias en nieve, ya entrada la noche, en cotas superiores a los 700 metros. 

El centro de emergencias 112 Galicia confirmó que no se registraron incidencias de gravedad, más allá de alguna salida de vía, mientras estuvo activado el nivel de alerta amarilla por nieve hasta el mediodía de ayer. Informaron desde la Guardia Civil de Tráfico que se había establecido un dispositivo especial de vigilancia en previsión de nevadas, por lo que, con el apoyo de las máquinas quitanieves se pudieron resolver con agilidad todos los incidentes sin mayor impacto en el tráfico. 

La hora crítica fue entre las tres y las cuatro de la madrugada de ayer, cuando dos vehículos se salieron de la vía en la A-52, a la altura de A Mezquita y A Gudiña. En Viana do Bolo, un camión quedó atrapado en la nieve. En A Palela (Maceda), otros tres camiones quedaron atascados cuando se dirigían a una granja, ya por la mañana. Pudieron continuar su marcha después de la actuación de los Grupos de Emergencias Supramunicipales (GES), que retiraron la nieve de la calzada. Por suerte, no hubo que lamentar daños personales .

No hubo restricciones del tráfico en las principales vías de la provincia, pero la gran nevada obligó a los conductores a reducir la velocidad y mantener las distancias de seguridad. Eso sí, fueron muchos los núcleos rurales que amanecieron cubiertos por mantos de nieve de gran espesor. En Castro Caldelas, "las calles y los coches aparecieron cubiertos por más de un palmo de nieve", según explicaron desde Protección Civil. De hecho, los efectivos pasaron buena parte de la mañana mojando las aceras -para descongelar la nieve- para facilitar el tránsito de los viandantes. La misma situación se vivió en los concellos colindantes de A Teixeira y Trives, donde las máquinas quitanieves dejaron a punto la carretera al amanecer, una tarea difícil por el viento que azotó durante toda la madrugada, que volvía a depositar sobre el firme la nieve ya retirada, según informaron desde el destacamento de Tráfico de Verín, que también actuó en la comarca de Valdeorras.

La típica jornada primaveral de ayer, marcada por nubes y claros, ayudó a derretir los mantos blancos, aunque todavía a última hora, en los concellos situados a mayor altitud, se mantenían restos de esta primaveral nevada.