Allariz, en constante crecimiento demográfico

Planificación y puesta en valor de todos los recursos. Esta es la premisa de la que parte el alcalde de Allariz, Francisco García, para aumentar el censo de población. ‘En la actualidad, la oferta de servicios públicos es muy superior a la de cualquier otro municipio del territorio gallego’, según valora.
Allariz está a menos de 20 kilómetros de la ciudad, un municipio bien conectado a la autovía Rías Baixas y la N-525, que discurren prácticamente por el casco urbano. Pero los vecinos también disponen de otros tres viales para desplazarse a Celanova, Sandiás y Baños de Mol gas. En sus calles siempre hay gente, que se reúne en sus principales joyas: el casco histórico, el río Arnoia y la Alameda pero en los últimos años también se está convirtiendo en referente la restauración y los outlets.

Los gobernantes de esta villa reclaman para sí singularidades propias que atraen a la población independientemente de su proximidad a la ciudad. Para el mandatario local Francisco García, Allariz gana población, una media de 200 vecinos al año, ‘porque nos parece fundamental la planificación y la puesta en valor de todos los recursos, tanto en el ámbito comercial, empresarial y medioambiental, además de la recuperación de la arquitectura popular y los usos y costumbres’.

A su entender ésta es la clave, ‘la base para que Allariz sea un buen lugar para vivir, donde se oferta calidad de vida. En la actualidad, ofertamos servicios públicos realmente muy superiores a los que presta cualquier otro concello gallego’, añade Francisco García.

El pasado viernes, a lo largo del casco urbano era difícil encontrar a una persona que pusiera un solo pero a los servicios que oferta el Concello o al transcurrir cotidiano de la villa. ‘Estamos bien, es un buen lugar para vivir’, recalcaba el hostelero Marcos Álvarez.

El centro neurálgico del casco urbano es la travesía de la antigua N-525, el río Arnoia y la explanada del Convento de las Clarisas, en cuyo entorno han irrumpido numerosos locales comerciales. En el casco antiguo son frecuentes las grúas y las vallas delimitando obras de rehabilitación de inmuebles.

La maquinaria de la construcción también se observa en los alrededores del pueblo. ‘La construcción movió muchísimo dinero en la villa en el último año’, explica el regidor.

En las puertas de la mayoría de los bares, supermercados y comercios se observan carteles invitando a la población a anotarse en todo tipo de cursos, a participar en actos lúdicos o anunciando proyectos para la creación de empleo.

Proyectos

En la actualidad, el Concello tiene en marcha varios proyectos para la promoción de la artesanía, la pastelería de calidad y delicatessen, además de la oferta especial de textil y cuero, que promocionan la villa en el exterior. Pero estos proyectos no son producto de la casualidad sino del trabajo diario y la ayuda de las instituciones públicas, que estos días se materializan en la ampliación del polígono industrial de Chorente en más de 200.000 metros cuadrados. ‘Una vez finalizada la ampliación, será uno de las mejores zonas industriales de la provincia’, dice el regidor.

En el parque empresarial, situado en una de las márgenes de la autovía, trabajan en la actualidad 400 personas, que una vez finalizada la jornada pueden disfrutar de piscina climatizada, salas de exposiciones, museos, biblioteca, pistas deportivas al aire libre, montar a caballo, hacer senderismo y hasta incluso intercambiar sus ratos ocio en el ‘banco del tiempo libre’, a través del que puede trabajar para otras personas en tareas que éstas no pueden hacer a cambio de que le ayuden en sus necesidades diarias. El Concello se marcó como objetivo alcanzar los 10.000 habitantes residentes durante los próximos cinco años.

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