El alza de materias primas ya paraliza 16 obras públicas en Ourense

El sector de la construcción española alerta de que el agujero por las casi 500 licitaciones desiertas en España supera ya los 230 millones de euros y en el caso de la provincia de Ourense, hay al menos 16 obras que se han quedado desiertas desde el verano por el alza de las materias primas, algunas, en las últimas semanas, de un montante importante y de una importancia mayúscula, como es la modernización de la línea ferroviaria entre Ourense y Lugo, para mejorar los tiempos de los viajes en tren entre las dos ciudades del interior de Galicia. Según los datos de la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), hay 16 obras en la provincia de Ourense a las que no ha concurrido ninguna empresa por la ausencia de interesados debido al alza de las materias primas, que hacen que no haya candidatos a asumir la oferta de las administraciones. Hay concellos afectados, pero también la Xunta o la Diputación están entre las entidades públicas señaladas por esta parálisis motivada por la inflación y el aumento de costes, especialmente en productos como la madera, la piedra, el acero o el cobre. En la patronal española de la construcción señalan que las licitaciones paradas por la crisis de materias primas supera los 230 millones de euros, y en Ourense, la cifra es bastante alta. Y es que, incluyendo la paralización de la modernización ferroviaria Ourense-Lugo, que fue declarada desierta tras la renuncia de los seis aspirantes al no poder afrontar los costes, las 16 licitaciones paradas suman 27,5 millones de euros paralizados. Entre las obras afectadas, la más importante es la electrificación de la vía entre Ourense y Monforte, a la que renunciaron los seis licitadores admitidos en el proceso, al no salir las cuentas. Este contrato, de 24,5 millones de euros, es uno de los más importantes dentro del conjunto de la modernización de la vía férrea entre Ourense y Lugo, en la que está inmersa el Gobierno. La obra estaba prevista para ser ejecutada en 20 meses, pero ADIF tendrá que sacar de nuevo a concurso la obra. Según los datos recopilados, en A Veiga han quedado desde el verano hasta seis proyectos desiertos, algunos tan importantes como la creación de un vivero industrial de empresa (440.000 euros) o una residencia para la tercera edad (526.000). Otros concellos también han resultado afectados estos últimos meses. También la Xunta que, según los constructores, no encuentra licitador para reformar el Centro de Menores Monteledo, por el que ofrece 719.921 euros. También tuvo problemas la Diputación, incapaz de encontrar empresas para los sistemas de contención en la OU-0415. Según la CNC, tras Cataluña, con más de 200 licitaciones desiertas, es Galicia la más afectada (96). La patronal del sector atribuye este agujero a unos precios desfasados, muy por debajo de la realidad del mercado que no recogen además el alza del coste de las materias primas, lo que está provocando una importante paralización de la obra pública. Según el presidente de la patronal, Pedro Fernández Alén, “las cifras de licitaciones desiertas ponen de manifiesto la alarmante paralización de nuestro sector, que puede traducirse en un frenazo de la recuperación económica, teniendo en cuenta el peso en el PIB y el importante efecto tractor que tiene sobre otros sectores estratégicos”. “Se hace inviable a día de hoy la oferta que presentamos en su momento” Los perfiles del contratante de las administraciones ya recogen los lamentos por el alza de las materias primas. Por ejemplo, en el proceso de 24,5 millones para adjudicar la renovación total del tramo ferroviario Ourense-Monforte tuvo seis aspirantes, pero todos renunciaron. El primero fue excluido, pero el segundo, la UTE Teléfonos Lineas y Centrales-EYM-Inabensa, renunció porque “las materias primas necesarias para la ejecución de las obras (acero, cobre y aluminio) han experimentado un considerable incremento de precios, haciendo inviable económicamente a día de hoy la oferta en su día presentada”. El tercero renunció sin explicitar el alza de precios, pero el cuarto (UTE FCC-AZVI-Ispalvia) retiró su oferta por “las circunstancias acaecidas desde el segundo trimestre de 2021, que ha provocado graves consecuencias en el sector y, por ende, han alterado las circunstancias”. La última dijo que al tardar dos meses en adjudicarse ya no resultaba competitiva la oferta. En la Diputación, tuvieron que declarar desierto el sistema de contención en la OU-0415 Brués (N-541)-Portela da Cruz (PO-235) “ante la imposibilidad de la ejecución de la obra en los términos establecidos, dado el aumento en la materia prima”. Son solo dos ejemplos de cómo dos administraciones se ven obligadas a desistir por los sobrecostes que las empresas se niegan a asumir. La patronal pide establecer “con urgencia” un sistema automático de reequilibrio de precios “que permita hacer frente a ese sobrecoste y, por tanto, tenga en cuenta las alteraciones posteriores a la presentación de ofertas, tanto al alza como a la baja, buscando dotar de estabilidad a los contratos”.