Una anciana que vivía sola pierde la vida al incendiarse su piso en la ciudad de Ourense

Zoila Pérez Retorta, de 94 años, falleció este miércoles por inhalación de humo en un pequeño incendio declarado en su habitación, en el cuarto izquierda del número 4 de la Rúa do Bierzo, en el barrio de A Milagrosa, a las once de la noche del Día de Nochebuena. Las llamas, cuyo origen se está investigando, prendieron en un sofá y el mobiliario del dormitorio. En la casa, según los efectivos desplazados al lugar, había mucho material plástico acumulado. No se descarta un síndrome de Diógenes.

Fueron los propios vecinos los que llamaron a los servicios de emergencia al comprobar el humo que se coló por el patio de luces. Su rastro los llevó hasta un cuarto piso sin ascensor, en donde vivía Zoila, una mujer cubana, viuda y sin hijos, que se afincó en Ourense hace 50 años, según aseguró a este diario un vecino del primero. “Era una señora súper buena y educada, pero muy reservada”, confesaba. Añade que, pese a que se le ofrecía ayuda para hacer recados por su avanzada edad, “no quería”.

Los propios vecinos intentaron rescatarla -al comprobar que la puerta estaba caliente, abrieron un boquete con una maza en la puerta de madera para desbloquear la cerradura- pero fue demasiado tarde. El cuerpo sin vida estaba junto a la puerta de entrada. Creen que intentó salir pero no consiguió abrir.

Al lugar de los hechos, acudieron dos dotaciones de bomberos, con seis efectivos, además de agentes de la Policía Nacional y Policía Local.

En la localidad de San Pedro de Macendo, en Castrelo de Miño, Raúl y sus dos hijos adolescentes se quedaron sin casa cuando estaban de compras en la ciudad antes de la cena de Nochebuena. El fuego consumió por completo el interior, dejándolos solamente “con la ropa puesta”, en palabras del afectado. Un venezolano que, escapando de la crisis de su país, se asentó en Castrelo e invirtió todo su dinero en la rehabilitación de una casa vieja.

El fuego empezó en una vivienda a las 15.00 horas y en las labores de extinción resultó herido uno de los trabajadores del Grupo de Emergencias Supramunicipal de Ribadavia. Sufrió quemaduras en el cuello y fue trasladado por sus compañeros a un centro sanitario.