Los juzgados comienzan a condenar casos de “extorsión”, un delito que en estos últimos años se hizo muy popular. Alfredo S.G. fue condenado a un año de cárcel por extorsionar a un hombre que en septiembre de 2018 estableció contacto con una persona que se anunciaba en una página de adultos. A los pocos días, el denunciante recibió llamadas para exigirle el pago de un servicio no prestado, bajo amenazas hacia él y su familia. Es por ello que abonó 950 euros en dos pagos por bizum, pero a través de otro número de teléfono, el que usaba el inculpado, aunque estaba a nombre de su madre. Alfredo fue condenado porque el dinero del chantaje fue ingresado en su cuenta. En este proceso también figura como investigado Moussa Yahaya I.I. , el titular del número de teléfono desde el que se contactó por primera vez, que al no ser posible su citación fue declarado en rebeldía.
Según la sentencia del Penal 1, “existen indicios lo suficientemente relevantes para desvirtuar la presunción de inocencia que ampara a Alfredo”. La transferencia que realizó el denunciante, según la certificación del banco, fue ingresada en una cuenta cuyo titular era el acusado. Em la misma sentencia, se le impone el pago del dinero que recibió de forma ilícita.
