Anxo Suárez, natural de Francelos, Ribadavia le da el toque ourensano a la Olympus. Toca la batería en esta formación desde hace cuatro años
¿Cuándo se dio cuenta que quería ser músico?
Ya ni lo recuerdo. Fue durante mi infancia. Mi hermano tocaba la batería y me contagié de su pasión. Durante mi juventud formé parte de varios grupos hasta que probé con el mundo de la verbena. La primera formación en la que estuve fue en la ourensana Ledicia, posteriormente en Gran Parada de Rianxo y esta es ya mi cuarta temporada en Olympus.
¿Qué exige este trabajo?
Olympus es sinónimo de mucha responsabilidad. Tienes que estar al 100 % no solo en cada actuación en el escenario, radio o televisión, también con los miles de fans que a diario nos siguen. Son la razón de ser de la formación.
¿Hacia dónde ve su futuro profesional?
Por ahora no me he planteado nada que no sea continuar en la verbena. Lo que sí sé es que mi vida siempre estará ligada a la música.
