Aparecen cartas inéditas del ourensano Ramón Otero Pedrayo en Ferrol

Una bibliotecaria encontró 60 años después un texto que habla sobre la adolescencia del ourensano Ramón Otero Pedrayo

Las cartas escritas a mano por el intelectual ourensano.
Las cartas escritas a mano por el intelectual ourensano.

El 5 de noviembre de 1957, Ramón Otero Pedrayo (Ourense, 1888-1976) escribía unas cartas con su estilográfica desde una habitación de hotel en Santiago de Compostela. Llevaba encamado por gripe nueve días. Se lo cuenta a Victorino López González, entonces director del IES Concepción Arenal de Ferrol, en un manuscrito de cuatro páginas, de puño y letra del autor, titulado “Horas de instituto”. Las misivas no vieron nunca la luz, hasta ahora. Isabel Yáñez, bibliotecaria en el instituto ferrolano, halló estos manuscritos hace unos meses, revolviendo en los archivos olvidados del centro educativo. La importancia de lo expuesto por el intelectual ourensano es tal que el instituto se ha volcado en editar una cuidada publicación en torno a las misivas, ahondando en el contexto y en la biografía de Otero Pedrayo, así como en su relación con Ferrol. Las cartas son de un Otero Pedrayo a punto de jubilarse como catedrático de Geografía e Historia: el ourensano recuerda sus tiempos de instituto, un texto que para Manuel Rei, director del IES Concepción Arenal, es “embrionario”, una especie de “bosquexo de carácter autobiográfico” de lo que sería años después “Lembranzas do meu vivir I. O meu século XIX. Os tempos do instituto. Ourense-1898-1904”.

El interés de “Horas de instituto”, para los expertos, está en la “ilustrativa experiencia pedagóxica que nos recrea”. Es el Otero maduro, que ya ejerció la profesión, el que va recordando cómo eran aquellos años en Ourense en el instituto, la etapa que le marcó y los maestros que más le enseñaron cuando era adolescente. “Asistí a muchos cursos, algunos de ilustres maestros. Nunca volví a sentir la emoción y el entusiasmo, la amistad y el recuerdo de aquellos años de instituto, época incomparable de pasión y puras y graves tristezas, refugio para el recuerdo y alejada y piadosa justificación de muchos actos del hombre”, señala en el fragmento final del manuscrito Otero Pedrayo. Según explican desde el instituto ferrolano, el escrito era una colaboración especial que a Otero Pedrayo le pidió el director del centro educativo para una revista escolar que estaba fraguándose. En las cartas, Otero se muestra agradecido y receptivo. La revista estudiantil nunca salió adelante, por lo que el texto de Otero Pedrayo quedó olvidado en los estantes del instituto. Hasta el pasado mes de marzo, 60 años después de que el ourensano lo escribiese.

Ramón Otero Pedrayo.
Ramón Otero Pedrayo.

"Unha xoia"

“A colaboración que lle pedira Victorino López cumpliméntaa Otero nunha semana escasa, malia estar cunha gripe tremenda. O manuscrito ten moita intensidade, condensa os seus anos de instituto. É un texto moi pedagóxico”, cuenta el director del IES Concepción Arenal de Ferrol, Manuel Rei, encargado del prólogo de “Horas do Instituto. Ramón Otero Pedrayo: homenaxe do IES Concepción Arenal de Ferrol”, la publicación ideada por la comunidad educativa tras este hallazgo inesperado. Hace apenas unos días presentaron en Ferrol el libro, que consideran un homenaje a todos los docentes.

“No instituto considerouse que isto era unha xoia, fixemos un lote de publicacións e tamén a mandaremos á Fundación Otero Pedrayo a Ourense”, añade el director del centro. En la fundación ya se han hecho eco de este importante hallazgo en el que un Otero Pedrayo mayor recuerda a sus maestros.

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