El área metropolitana de Ourense busca ganar habitantes con residentes no censados

La avenida de Celanova, en A Valenzá, concello de Barbadás, en una imagen de archivo.
photo_camera La avenida de Celanova, en A Valenzá, concello de Barbadás, en una imagen de archivo.
Los concellos de Ourense alertan de que esta situación genera una merma en los ingresos y un gasto en los servicios públicos

Los alcaldes del área metropolitana estiman que residen en sus concellos cerca de 5.000 ciudadanos más de los que están censados en el padrón municipal. Una de las razones que esgrimen es que un alto porcentaje de estos cuentan con vivienda en la ciudad, donde mantienen su empadronamiento. Por ello, los concellos se han lanzado a crear campañas para intentar revertir esta situación.  

Según el gobierno municipal de Pereiro, en el concello residen mil habitantes más de los que figuran en las cifras oficiales; alrededor de 2.500 estarían en esta situación en Barbadás; aproximadamente otros mil en San Cibrao y unos 200 en Amoeiro. En Toén, aunque no tienen calculado este dato, aseguran desde el consistorio que también se produce esta situación.

Luis Menor, alcalde de Pereiro, se refiere al caso de los residentes que cuentan con vivienda tanto en el área metropolitana como en la ciudad, lo que les permite optar por empadronarse en uno u otro lugar. Este fenómeno presenta consecuencias “negativas” para los concellos del área, que pierden una capacidad económica que les permitiría ofrecer mejores servicios.  

“Uno de los ingresos que percibe el Concello coincide con las transferencias por la participación de los tributos del Estado, que se da en función de la población y la capacidad económica que tiene la misma, con lo que cualquier incremento de población supone un aumento de los ingresos y, en consecuencia, prestar mejores servicios”, señala Menor.

La alcadesa de San Cibrao, Marta Nóvoa, señala también que el Concello pierde ingresos por culpa de esos residentes que no se empadronan y que encima usan los servicios que proporciona el municipio. “Pasean por nuestras calles, tiran la basura en nuestros contenedores y te piden una farola”, explica. En este sentido, señala que para el Concello es muy diferente tener 5.000 habitantes que 6.000.

En la misma línea se manifiesta Ricardo González, alcalde de Toén, quien señala que el municipio también cuenta con residentes no censados que usan los servicios municipales, por lo que lamenta que no sumen para poder recibir más ingresos del Estado. “Nos interesa mucho que estén empadronados porque en el momento en el que pedimos una subvención se tiene en cuenta a cuánta gente va a beneficiar”, indica.

Menor también subraya que un aumento de la población también tiene repercusión en el peso político, aunque Pereiro todavía se encuentra a 3.200 habitantes para dar el salto a la siguiente categoría de representación. 

Medidas

Menor explica que para animar a los residentes a empadronarse en Pereiro, el Concello está poniendo en marcha numerosos servicios. “Tenemos una buena enseñanza con el colegio público y los dos privados, Miraflores y Guillelme Brown”, señala. Asimismo, también ofrece ayudas por el nacimiento de hijos y a las familias numerosas. Además, cuenta con un servicio de conciliación completamente gratuito, un centro de mayores y una variada oferta cultural y asistencial.

El objetivo de Pereiro es traspasar por primera vez la barrera de los 7.000 habitantes, un hito que ya hubiese logrado si se hubiese empadronado el 20% de los que residen en el concello sin estar en el censo, ya que actualmente cuenta con una población oficial de 6.800 vecinos.

Nóvoa señala que San Cibrao apuesta por ofrecer ventajas a los registrados para impulsar el empadronamiento en el concello. “Damos más servicios a los censados: la conciliación, los campamentos o los bonos para la piscina”, indica. 

El alcalde de Barbadás, Xosé Carlos Valcárcel, explica que han puesto en marcha campañas de empadronamiento, aunque asegura que “non son moi frutíferas”. Asimismo, también destaca los servicios y comercios existentes para atraer a los ciudadanos y la estabilidad económica que les aporta a los censados, ya que lleva muchos años sin modificar los impuestos.

Pese a que no los concellos cuentan con casi 5.000 vecinos que no están censados, viven un momento dulce desde hace cinco años y todos ellos han ganado población. “La mayoría de los habitantes que llegan a San Cibrao no vienen de Ourense, proceden de fuera de la provincia y de otras comunidades para trabajar en el polígono”, indica Nóvoa, resaltando el carácter industrial del municipio. En esta misma línea se manifiesta González, quien apunta a que Amoeiro recibe vecinos de fuera de Galicia, sobre todo de Andalucia y de países como República Dominicana o Venezuela.

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