Momentos antes del derrumbe del muro del colegio Cardenal Cisneros de Ourense ya podía intuirse el colpaso. De hecho, la caída de agua previa era tan espectacular que ayuda a explicar que no hubiera ningún herido, al alejar a los niños de la zona, y a la rápida intervención en el lugar. Instantes antes de que terminara cediendo la estructura del muro sobre el patio, manaba el agua como si de una cascada se tratara.
Todo ocurrió tras la rotura de una tubería municipal debido a las obras en la zona, algo que recalcó el delegado territorial de la Xunta de Galicia en Ourense, Gabriel Alén. No dejó pasar las acusaciones del alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, que culpabilizó al gobierno autonómico de lo ocurrido a través de sus redes sociales.
En el vídeo adjunto en esta información puede apreciarse la situación que se vivía en el colegio antes del derrumbe de la estructura de cemento y perpiaño: el agua manaba a borbotones, por lo que el patio fue desalojado evitando males mayores para los 80 niños que se encontraban en el centro educativo, pertenecientes a las etapas Infantil, Primaria y ESO. El colegio quedó totalmente inundado, tanto en su espacio exterior como en el interior, con pasillos llenos de agua.
Filtración masiva de agua
La empresa Naturgy se encontraba realizando una canalización de gas cuando se picó el tope de hormigón y el agua empezó a brotar sin medida. Y el muro no pudo soportar tanta presión, por lo que terminó cediendo ante la filtración masiva de agua al terreno.
El propio director del centro, Benigno López, atendió a La Región y explicó como se anticipó el colegio al derrumbe del muro, llamando a los Bomberos de Ourense y a la Policía Local en cuanto vieron que cada vez salían más agua y eran incapaces de contenerla pese a sus esfuerzos por achicar el líquido, por lo que sacaron a los niños fuera.
