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Christian Piñeiro Pérez es un médico de Ourense, pero también es uno de los más de 12.668 profesionales que se han presentado al examen del MIR. Él es hijo de emigrantes gallegos, nació en México y su forma de hablar es el testigo perfecto de su historia. Con un marcado acento de aquí, a veces se cuela una entonación de allá. Y todo suena con mucha emoción cuando habla de su pasión, la medicina.
La Región ha acompañado a Christian en las horas previas a esta importante prueba que repartirá las 8.550 plazas. Pero el recorrido para él empezó hace ya 11 meses.
Christian se lleva preparando para este día casi un año, aunque algunos de sus compañeros llevan incluso más tiempo. Un sacrificio que no resulta sencillo: "Tienes que sacrificar bastantes cosas, puede ser más sacrificado que un trabajo. Echas más de ocho horas fácilmente", confiesa.
Para eso, él mismo empezó este camino estableciendo rutinas que le facilitasen el día a día. Aunque admite que no siempre ha sido estricto: "Yo he fallado un poco en Navidad, pero durante estos meses no quedas con amigos, por ejemplo. Que aunque parezca algo banal es importante".
Objetivo
Todo este esfuerzo se mantiene por un objetivo, conseguir su sueño. Christian se han planteado estos 11 meses como un camino hacia su propia meta, poder trabajar de lo suyo en casa, Galicia.
Un sueño que, aunque no era consciente, formaba parte de su vida desde pequeño. Él mismo cuenta que cuando acudía al médico en México, siempre le decían que la curiosidad que le caracteriza le acabaría haciendo médico, "pero no quería, porque los veía cansados y siempre en el hospital".
Pero el tiempo le hizo caer en la cuenta de que esta era su pasión: "No me veía trabajando de otra cosa que no fuera médico".
Últimas horas antes del MIR
A escasas 24 horas de uno de los momentos más importantes de su vida, por lo menos laboralmente, Christian aun tiene los nervios de quien, como mínimo, se acerca a un sueño. Aunque en la academia donde ha estado preparándose les aconsejan que no repasen el último día, los nervios se lo ponen difícil.
Lo único que puede hacer ya es descansar bien antes del gran día.
Consejos para el futuro
Después de vivir esta experiencia, Christian ha aprendido mucho. Sobre el esfuerzo, sobre la medicina, pero también sobre sí mismo.
Aunque cada uno afronta el MIR de la manera que más le conviene, sí quiere dejar consejos para un futuro opositor. Entre ellos, escoger bien la academia que más se ajuste a los objetivos, tomar este esfuerzo con cierta relatividad y no desesperar. Y, "para quien es un poco despistado", como confiesa que es su caso, empezar "desde el principio para que no le pille el tren".
