El tribunal de la sección segunda de la Audiencia provincial juzgará hoy a Fabián Darío G. y Miguel Ángel G. como presuntos autores del robo de la joyería Cota, allanamiento de morada y detención ilegal de cuatro personas.
Fabián Darío G. y Miguel Ángel G. se sentarán hoy en el banquillo de los acusados de la Audiencia provincial como presuntos autores del asalto a la joyería Cota de la ciudad, ocurrido en 2006. Los dos procesados comparecerán imputados de los presuntos delitos de robo con violencia, allanamiento de morada y cuatro de detención ilegal, por supuestamente retener a la propietaria, a sus dos hijos y una empleada. Ambos se enfrentan a una petición provisional del fiscal de 26 años y medio de prisión cada uno.
No obstante, quedará sin juzgar un tercer sospechoso de participar en los hechos, hermano de uno de los acusados, y que no ha podido ser arrestado, presuntamente por encontrarse en Argentina, país de donde son oriundos los dos acusados.
Fabián Darío G. y Miguel Ángel G. serán juzgados por unos hechos ocurridos el 30 de junio de 2006 en pleno centro de la ciudad, la calle Bedoya. Fue entonces cuando, supuestamente, los imputados y el otro sospechoso se dirigieron a la vivienda de la dueña de la joyería, ubicada al lado del establecimiento. Según el fiscal, mientras uno se hacía pasar por repartidor para que la empleada de hogar le abriera la puerta, el otro se escondió, entrando ambos en el interior de la vivienda. Uno se abalanzó sobre la empleada, que estaba con los dos hijos de la propietaria de la joyería, de corta edad. Los ocupantes de la vivienda fueron atados de pies y manos, a la espera de que lle gara la dueña de la joyería.
El Ministerio público continúa relatando que la mujer se encontró la puerta de su vivienda abierta y la televisión muy alta y que pronto fue abordada por detrás e intimidada con una pistola. Los asaltantes le preguntaron por la caja fuerte y, como ella aseguró que no la tenía, uno de ellos bajó con la víctima a la joyería, amenazándola con matar a sus hijos si no hacía lo que le pedían. En el establecimiento continuaron las amenazas hasta que el atracador logró hacerse con joyas y dinero. Des pués, llevó a la mujer a su casa y allí dejaron a los cuatro, no sin antes advertirles que no llamaran a la Policía.
Tres días El fiscal asegura que los dos acusados y el hermano de Miguel Ángel G. llegaron a Ourense tres días antes del asalto con el único fin de cometer un acto delictivo. Sostiene, además, que los procesados inspeccionaron durante dos días la zona, el establecimiento, vigilando también a su dueña.
No obstante, quedará sin juzgar un tercer sospechoso de participar en los hechos, hermano de uno de los acusados, y que no ha podido ser arrestado, presuntamente por encontrarse en Argentina, país de donde son oriundos los dos acusados.
Fabián Darío G. y Miguel Ángel G. serán juzgados por unos hechos ocurridos el 30 de junio de 2006 en pleno centro de la ciudad, la calle Bedoya. Fue entonces cuando, supuestamente, los imputados y el otro sospechoso se dirigieron a la vivienda de la dueña de la joyería, ubicada al lado del establecimiento. Según el fiscal, mientras uno se hacía pasar por repartidor para que la empleada de hogar le abriera la puerta, el otro se escondió, entrando ambos en el interior de la vivienda. Uno se abalanzó sobre la empleada, que estaba con los dos hijos de la propietaria de la joyería, de corta edad. Los ocupantes de la vivienda fueron atados de pies y manos, a la espera de que lle gara la dueña de la joyería.
El Ministerio público continúa relatando que la mujer se encontró la puerta de su vivienda abierta y la televisión muy alta y que pronto fue abordada por detrás e intimidada con una pistola. Los asaltantes le preguntaron por la caja fuerte y, como ella aseguró que no la tenía, uno de ellos bajó con la víctima a la joyería, amenazándola con matar a sus hijos si no hacía lo que le pedían. En el establecimiento continuaron las amenazas hasta que el atracador logró hacerse con joyas y dinero. Des pués, llevó a la mujer a su casa y allí dejaron a los cuatro, no sin antes advertirles que no llamaran a la Policía.
Tres días El fiscal asegura que los dos acusados y el hermano de Miguel Ángel G. llegaron a Ourense tres días antes del asalto con el único fin de cometer un acto delictivo. Sostiene, además, que los procesados inspeccionaron durante dos días la zona, el establecimiento, vigilando también a su dueña.
