Ourense vivió este martes una jornada histórica, con los primeros cuatro AVE comerciales (dos por sentido) entre Ourense y Madrid completados, que convirtieron ya en la primera jornada a la estación ourensana en un frenético nudo ferroviario que capitaliza las comunicaciones del noroeste español y de toda Galicia. Andaluces acostumbrados al avión que se lanzaron a coger el AVE en Ourense por la competitividad, ourensanos que iban a pasar el día, vigueses que dejaban el coche en la ciudad ourensana para irse a Madrid, emigrantes retornados, ciudadanos de A Coruña, Lugo…
Las casuísticas de esta primera jornada eran variadas. A la vuelta, aparte de decenas de estudiantes y trabajadores ourensanos que están en Madrid y volvían por Navidad, se juntaban con los coruñeses que se volvían tras media vida esperando el AVE y los lucenses que lamentaban que tarden casi lo mismo de Ourense a su ciudad que de Madrid a Ourense… Si algo quedó claro es el ansia que había por la llegada del AVE y la “envidia ” del resto de gallegos, especialmente lucenses y vigueses, al ver a Ourense convertido en lanzadera del noroeste, tras dejar en un claro segundo plano a paradas intermedias como Medina del Campo o Zamora.
El primer tren de alta velocidad Ourense-Madrid de la historia ocupó el 45% de las plazas, con 169 viajeros de las 360 plazas disponibles, pero el primero de vuelta, entre Madrid y Ourense, sí alcanzó un lleno absoluto. La satisfacción era total en cuanto a tiempos de viaje, ya que el primer tren salió a las 6,30 y llegó a las 8,42 horas, tres minutos antes de lo previsto. Sin embargo, el primer Madrid-Ourense se retrasó y llegó a las 12,21, seis minutos por encima de lo previsto, por una parada técnica en Taboadela. En todo caso, todos ensalzaron a Ourense como nudo ferroviario, coruñeses y santiagueses destacaron la competitividad que les permite estar en tres horas y poco en Madrid, mientras lucenses y vigueses se lamentaban por sus conexiones, que, en todo caso, serán 20 minutos más rápidas cuando lleguen los trenes Avril en 2022.
VIGO Y LUGO SE LAMENTAN
“Una hora y media o más para venir a Ourense no es normal, yo me vine en coche y lo dejé en Ourense”, relataba el vigués Enrique García, que fue a Madrid a pasar unos días de ocio. Una pareja de lucenses, que hizo el primer Madrid-Ourense se confesaban “muy satisfechos y sorprendidos por las velocidades, ya que durante una buena parte del recorrido por Ourense se mantiene la velocidad a 300 kilómetros por hora. No lo esperábamos”. Sin embargo, estos lucenses esperaban en el vestíbulo un poco resignados: “Ahora nos quedan dos horas hasta Lugo. Ourense se ha convertido en lugar privilegiado y nosotros quedamos en segundo plano”. Precisamente, ayer la plataforma “Lugo, non perdas o tren” pedía más conexiones con Ourense, otra muestra más de la importancia estratégica que esta estación ha tomado con solo un día de funcionamiento del AVE.
Alrededor de 5.000 personas acabaron usando los AVE y Alvia entre Madrid y Ourense, lo que da buena cuenta de la magnitud y el movimiento que supone para la ciudad el paso de tanta gente cada día. Ahora solo falta que muchos de ellos se queden.
