Las constantes crecidas del río Miño en el último mes han causado numerosos destrozos en las termas de A Chavasqueira y O Muíño da Veiga, apenas dos meses después de que el Concello las reabriese. El agua arrastró ramas, arena y basura hasta el interior y accesos de las piscinas. En el entorno de A Chavasqueira, el río arrancó uno de los paneles informativos, que todavía está tendido sobre el césped, así como los postes que rodean las pozas.
Los efectos de las crecidas, y el riesgo de que vuelvan a producirse en los próximos días, provocan que los dos espacios termales permanezcan cerrados al baño, y será necesario que el Concello realice limpiezas y arreglos en ambas zonas para poder reabrirlas al público.
Sin termas públicas
De esta forma, las constantes lluvias han dejado a la ciudad sin termas públicas, una situación ya habitual desde el inicio de la pandemia. Desde marzo de 2020 y hasta febrero de 2022 todos los espacios dependientes del Concello permanecieron cerrados, primero, por el riesgo sanitario, y después, por la demora de meses en la realización de las obras de adaptación a la Lei de Usos Lúdicos Termais de la Xunta.
El pasado febrero volvían a la actividad dos de las piscinas de Outariz y Burga de Canedo, y en octubre, las de A Chavasqueira y O Muíño. Ya a finales de diciembre, apenas un mes y medio después, el Concello precintó todas las pozas por el riesgo de desborde del Miño. El espacio termal de As Burgas, por su parte, no ha vuelto a abrir desde marzo de 2020, a la espera del inicio de las obras para adaptarse a la nueva normativa autonómica.
Las termas privadas de Outariz son las únicas que permanecen en activo, aunque hace días también tuvieron que cerrar debido al riesgo de inundación por el Miño.