El magosto es una de las fiestas más esperadas en Ourense y muchos aprovecharon el sábado para subir a Montealegre para celebrar esta festividad popular. Un día después, ayer por la mañana, el monte ofrecía su peor cara. Algunos “magosteiros” volvieron a dejar el monte lleno de basura –plásticos y vidrios principalmente– y los voluntarios, como cada año, fueron los encargados de limpiar la zona afectada. Desde Ecourense, su gerente, Juan Carlos Solveira, apunta que “aínda que a afluencia de xente mude todos os anos, a basura que se xerou este ano sitúase, facendo unha estimación, na media habitual”.
Entre la basura recogida se encontraron mayoritariamente plásticos y vidrio, pero también lonas, palés o mantas, lo que indica que no se preocuparon lo más mínimo por cuidar del medio ambiente al terminar la fiesta. Además, la titularidad privada de algunas parcelas dificulta la intervención de los operarios municipales, por lo que siempre son los voluntarios los encargados de la limpieza del monte.
Esta situación es todavía más impactante si la comparamos con días anteriores, en los que parecía que las pandillas de amigos y familiares se habían concienciado con el medio ambiente, dejando Montealegre notablemente más limpio que en ediciones anteriores. Sin embargo, la imagen del domingo por la mañana en el monte no fue muy distinta a la que es habitual en el domingo después de los magostos.
