La obligatoriedad de pedir autorización al PSOE para actos en espacios públicos genera suspicacias

El BNG busca su sitio, con permiso

Las circulares que remitió el PSOE al BNG.
Que el ala nacionalista del bipartito tenga que pedir permiso a sus socios de gobierno para utilizar los parques o dependencias municipales para actos públicos no le ha sentado nada bien. El PSOE argumenta razones de ’orden y coordinación’.
Con los ojos como platos. Así se quedó el ala nacionalista del bipartito ourensano cuando recibió tres circulares remitidas por sus socios de gobierno. En ellas, se estipulaba que si cualquier concejal del BNG quisiese utilizar el salón de plenos o alguna de las estancias del centro de iniciativas empresariais para un acto público, ’deberá solicitarse cunha antelación mínima de tres días, indicando o motivo e o material necesario’.

Asimismo, este plazo se multiplica por cinco en el caso de los bienes de dominio público adscritos a la Concejalía de Medio Ambiente (parques, jardines y zonas verdes, fundamentalmente), donde el edil Demetrio Espinosa requiere a los concejales del BNG que soliciten permiso con una antelación de 15 días, ’tanto se a ocupación é por parte dunha concellería como se reciben nas súas dependencias algún escrito solicitanto permiso particular’.

Esta equiparación del ala nacionalista de gobierno a cualquier petición de carácter particular ha sentado como un jarro de agua fría en las filas del BNG, al considerar que el envío de circulares de parte de sus socios de gobierno los ha marginado al punto de tener que pedir permiso para utilizar espacios públicos: ’É totalmente ridículo, porque non somos oposicion, senón goberno, do mesmo xeito que se a nós se nos ocurrise negarlle aos concelleiros do PSOE que paseen polas rúas, porque a área de Infraestructuras é da nosa competencia’. E inciden en que las circulares están fuera de lugar a la hora de delimitar las competencias de cada concejalía, ’porque nese plan, nós poderíamos limitar o paso ao Concello, porque é PERI do casco histórico chegando así ao colmo da demencia’, ironizan.

No obstante, la crítica va más allá y los nacionalistas hacen su particular lectura de la medida, encaminada a un mecanismo de sus socios para ’contraprogramar’ las actividades que organizan, algo que, aseguran, ’non vemos lóxico’. De hecho, matizan que el único lugar que cuenta con habilitación para presentaciones públicas dentro de sus áreas es el Auditorio, pero su deficiente iluminación no es propicia para los cámaras de televisión, indican desde el BNG. Y van más allá al asegurar que en diversas presentaciones que realizaron en el centro de iniciativas empresariais (dependiente del área socialista de Economía), ’ata nos quixeron boicotear os ordenadores que precisabamos, dándonolos no último momento porque os reclamamos diante dos xornalistas, que estaban agardando’. Así, frente a la escasez de espacio de la Tenencia de Alcaldía y a la deficiente iluminación del Auditorio, los nacionalistas han optado últimamente por programar sus actos en un edificio municipal, cedido a la asociación de constructores, en el propio casco histórico. De hecho, sostienen que se sienten ’coma Israel, un pobo que busca o seu lugar no mundo’.

Réplica

Vista la crítica, desde el PSOE argumentan que el hecho de enviar circulares responde a ’una medida básica de orden y coordinación totalmente normal’ y matizan que ’esta premisa también rige para las concejalías socialistas’, tratando así de alejar las suspicacias vertidas por sus socios de gobierno sobre un supuesto ’veto’ en el uso de dependiencias municipales y públicas.

Además, desde el PSOE argumentan que las circulares informativas tienen por objeto controlar que no coincidan dos actos al mismo tiempo, en ningún caso para contraprogramar la agenda de sus socios de gobierno.

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