Los bomberos de Ourense retiraron este verano 130 nidos de velutina de la ciudad, una cantidad más elevada de lo que acostumbran en otras temporadas estivales. Por ejemplo, en 2020 se retiraron 150, pero a lo largo de todo el año. Actualmente, la media de salidas diarias por este tipo de actuaciones es de tres. Esta temporada el balance es, en proporción, mayor. “Son bastantes para el municipio”, indica el jefe del parque de A Chavasqueira, José Ramón Sánchez.
Las zonas rurales, periféricas al centro urbano, son las más afectadas por esta especie invasora. Velle, O Ceboliño, Palmés o en Quintela de Canedo son algunas de las localizaciones con mayor presencia de los insectos. Cuando un particular notifica la aparición de una colmena, los bomberos u otros profesionales capacitados acuden para extraerla y, casi siempre, destruirla. “Primero se elimina la actividad del nido y luego se procede a quitar”, indica Sánchez.
Una tragedia estival
Haciendo balance, tal y como recoge José Ramón Sánchez, la emergencia más destacada del verano por su gravedad fue el ahogamiento de Alassane Gabe Ndiaye, ocurrido el pasado 5 de julio. El joven de 23 años fue a pasar la tarde en la presa de Velle y, durante una competición de nado, sufrió una indisposición y se ahogó. Los bomberos de Ourense participaron durante casi tres días en la búsqueda. Finalmente, con ayuda de un equipo de geos, lograron sacarlo.
Cuatro incendios forestales
En todo el verano la periferia ourensana ardió cuatro veces. Hubo dos incendios en Vilar de Astrés, uno en Palmés, otros dos en O Ceboliño, además de conatos en zonas sin desbrozar como Rabo de Galo.
Las más habituales
Las incidencias más frecuentes cada verano son, a la par que en invierno, los rescates en viviendas a personas mayores -que no localizan o que se caen y no pueden levantarse sin ayuda- y los incendios en cocina, que rara vez son de gravedad.
Además, José Ramón Sánchez recuerda que este verano participaron en la campaña de incendios, yendo a un fuego en O Courel.
