Entrevista

Bugallo: "Leer es crear mundos, un libro en las manos vale por 20.000 móviles"

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photo_camera Isabel Bugallo

La profesora Isabel Bugallo publica su primer libro de cuentos infantiles, basado en su trabajo durante el confinamiento con los alumnos del CEIP Plurilingüe Irmáns Villar. Lo presentará el 12 de diciembre en el Liceo, en compañía de los niños y niñas sin los cuales esta obra no habría sido posible.

¿Cómo es “La clase de 1º y el pirata Kiko"?

Es un libro de cuentos activo, que tiene una parte de lectura y otra en donde se realizan actividades vinculadas a la historia del cuento. Mi segundo año en el ámbito educativo coincidió con el confinamiento, y de repente teníamos que trabajar online. ¿Cómo enganchas a niños de primero de primaria delante de una pantalla? Así que, como además lo que más les costaba era leer y escribir, decidí emplear una de mis historias. Y su respuesta fue sorprendente. Ellos son los responsables de que decidiera publicar, así que los niños del cuento llevan el nombre de los alumnos. También va dedicado al empresario Toni Vázquez, porque sin su apoyo no habría podido publicarse.

Durante este momento difícil de clases online con niños tan pequeños, ¿fue clave el papel de las familias?

Hicieron un trabajo maravilloso. Estuvieron al pie del cañón, apoyando, dándoles ánimos a sus niños... Este libro lleva dentro la historia de un confinamiento que vivimos todos juntos y tiene una carga afectiva muy grande, cada vez que lo leo me emociona.

¿Han perdido los niños capacidad de lectura?

Desde la aparición de los móviles han empeorado muchísimo, ya ni siquiera les gusta leer. Pero al involucrarlos empiezan a hacerlo bien. Pones su nombre en un cuento, y cuando el día anterior les dolía la muñeca ahora se animan. Necesitan leer más, porque desarrolla tu imaginación, creas mundos. Mientras están con una tableta solo consumen. Muchas veces las familias no se dan cuenta de que un libro en las manos vale por 20.000 móviles. 

¿Lo pasan mal los niños en clase por la situación actual?

A veces sí, porque es complicado para todos. Y me dicen:  profe, ¿puedo salir un momento a respirar? También les afecta en la capacidad de concentrarse, es difícil estar una hora de clase con mascarilla, y los que llevan gafas ya ni te cuento. Y no me escuchan tan bien como antes. Pero pido a Dios terminar el curso en el cole, porque los niños lo necesitan. Hay que hacer un esfuerzo, también por los mayores. Yo veo abuelos que van a la puerta del cole para poder ver a sus nietos, aunque sea a lo lejos. Debemos ser cómplices con ellos. 

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