La Policía Local de Vigo precintó una de las casas donde supuestamente habría residido la víctima
La Guardia Civil continúa con la investigación sobre el crimen de la ourensana Judith Muñoz, de 37 años, cuyo cadáver fue hallado detrás de un contenedor junto al polígono de As Gándaras en O Porriño. Las pesquisas se centran en encontrar el lugar donde pudo producirse el asesinato por asfixia, ya que todo apunta a que se produjo en otro punto diferente a donde se encontró el cuerpo.
De hecho, los agentes de la Policía Judicial de la Comandancia de Pontevedra rastrean los vehículos que pasaron por allí en las horas previas al hallazgo, que se produjo a las 17:00 de la tarde del jueves, sin descartar que el homicidio incluso pudiera haberse producido en el propio coche.
La principal hipótesis apunta a que el crimen estaría vinculado con la prostitución y que sería un posible cliente el autor del asesinato, ya que no era la primera vez que la víctima sufría un incidente similar.
Mientras, una de las viviendas donde supuestamente llegó a residir Judith hace tiempo, situada en la calle Redomeira, fue precintada el viernes por la tarde por la Policía Local de Vigo. Dicho precinto estaría vinculado al estado en el que se encuentra el inmueble, que había sufrido un incendio a principios de mes y que se encontraba vacío desde entonces pero con elevado riesgo por el deterioro. Conocidos de la víctima la situaban recientemente en otro inmueble donde residiría con una pareja.
Esta es la segunda mujer en riesgo de exclusión y en circunstancias similares que es arrojada en una zona de monte junto a una cuneta ya sin vida. La anterior víctima, Rocío, y cuya muerte se desvinculó de un crimen violento, apareció en un monte de Beade en el mes de julio. En este caso, la Policía sigue buscando a la persona que pudo trasladarla hasta allí en un vehículo.
