La dirección cameral busca fórmulas para salvar la entidad de sus problemas de financiación
La Cámara de Comercio de Ourense llevará al pleno de este miércoles un expediente de regulación temporal de empleo (ERE) de reducción -punto séptimo correspondiente a acuerdos en materia de personal-. Esta iniciativa está relacionada con los problemas económicos que el organismo cameral afronta desde que hace cuatro años, el Gobierno aprobó que las cámaras ya no se financien con las cuotas obligatorias de las empresas.
El presidente de la Cámara de Comercio ourensana, Celso Barbosa, reconoce que este organismo tiene dificultades, "como todas las instituciones", y califica la situación de "preocupante" por la disminución que se ha producido de los ingresos en los últimos años, "tras la eliminación de las cuotas de las empresas".
El presidente cameral recuerda que "este organismo sigue realizando una serie de funciones público-administrativas", que en la actualidad se financian "con el fondo de reserva con el que contamos, que hemos invertido en una cuenta a plazo, cuyos réditos nos permiten sufragar diversos gastos", así como con las "cuotas voluntarias por los cursos de formación".
El objetivo del ERE es "asegurar la sostenibilidad" de una Cámara que alguno de sus vocales, como es el caso de Ovidio Fernández -que fue presidente del organismo-, califica de "modélica" por una gestión "austera y competente", aunque reconoce que, con la nueva Ley de cámaras recientemente aprobada, "habrá que buscar alternativas de futuro".
Todo ello con el fin de evitar que se produzcan situaciones como las de otros organismos camerales "de la propia Comunidad gallega", como la Cámara de Lugo, que este mismo mes vivía su propio ERE, con el despido de más de la mitad de la plantilla (cinco de nueve), y que acumula varios meses sin pagar las nóminas de los empleados.
Entre estas posibles soluciones apuntadas por Ovidio Fernández para una Cámara que ya supera los 100 años de actividad y "ha demostrado su necesaria labor en favor del empresariado local", se encuentra "la adoptada, por ejemplo, en provincias como las del País Vasco o Barcelona, en donde las empresas han apostado por la continuidad de sus cámaras, realizando donaciones voluntarias para asegurar su financiación".
Veinte trabajadores
La Cámara de Comercio de Ourense, que hace cuatro años -cuando todavía se sufragaba con las cuotas de las empresas- contaba con una plantilla de 26 trabajadores, tiene en la actualidad 20. Hace escasos días se ofreció a esta plantilla por parte de la dirección una reducción de horas de trabajo, lo que se traduciría en la correspondiente rebaja salarial, hasta el próximo mes de enero de 2015. Esta propuesta es la que se llevará mañana al pleno de la Cámara, formado por 30 miembros, al que se pondrá en conocimiento de cómo están las negociaciones con los trabajadores.
Este ERE se enmarca en la filosofía apuntada por Celso Barbosa de "reestructuración de plantilla" con el fin de asegurar la continuidad del organismo y los servicios que desde la Cámara se prestan al tejido empresarial de la provincia, al tiempo que, al calor de la nueva ley, que determina que cada provincia debe contar con su propia Cámara "física, no una antena local", se buscan "nuevas vías de financiación".
