La alumna de cuarto de Educación Infantil Sandra Pérez es la única universitaria gallega que participará en la primera edición del programa Generación Docentes de la Fundación Princesa de Girona. La estudiante del Campus de Ourense será una de los 30 alumnos de los grados de Infantil y Primaria de las universidades españolas que realizarán prácticas de cuatro meses en una escuela rural de referencia "coa finalidade de que se convertan en docentes transformadores, con capacidade para innovar e xerar solucións aos grandes retos educativos".
Estas prácticas se realizarán en más de 20 centros de Aragón, Extremadura y Galicia. En el caso de Sandra Pérez, se trasladará al Centro Rural Agrupado Entre Canales, en la provincia de Cáceres, desde este mes de enero hasta mayo. "Cando desde a facultade me comentaron que había esta oportunidade non dubidei en presentarme e por sorte fun elixida", explica, recordando el proceso de selección por el que pasó ,en el que se evaluó su currículum y los resultados de diversas pruebas. De este proceso le llamó especialmente la atención el hecho de que es la única alumna de universidades gallegas que participa, considerando "non só a importancia da educación en si senón do rural en Galicia". De hecho, "presentouse moitísima xente doutras comunidades, de Madrid, de Andalucía, etc, pero de Galicia só eu". También recuerda la paradoja de que "máis de 20 dos 30 participantes no programa virán a facer as súas prácticas a centros rurais de Galicia".
A punto de partir "con moitísima ilusión e ganas" hacia su destino, Sandra Pérez destaca que en su caso la educación rural es para ella algo vocacional. "Para min, a escola rural significa outra calidade de vida e outro enfoque de ver a vida e a educación", dice, recordando su propia trayectoria, puesto que "crieime nun pobo, en Cea, e xa desde sempre fun de escolas reducidas, onde a educación é máis próxima, como unha segunda familia".
El centro donde desarrollará las prácticas en Cáceres, dice Sandra Pérez, está ubicado en la localidad de Valdencín, con uno 300 habitantes, y se integrará en una escuela unitaria que reúne a nueve niños y una niña de tres, cuatro y cinco años de los alrededores. "Vai ser un cambio grande", apunta. Entre los mayores desafíos que se presentarán estos meses, señala, estará trabajar en un mismo aula con niños y niñas de diferentes edades. "Atender esta diversidade vímolo a nivel teórico na facultade pero vamos a ver como se desenvolve na práctica", puntualiza Sandra Pérez.
