Campus y concellos limítrofes ven este río “infrautilizado”

Pantalán en Ribela (Coles).
photo_camera Pantalán en Ribela (Coles).
Coles y A Peroxa tenían aparcado su proyecto de catamarán eléctrico y confían en reactivar la idea

El veto  a la navegabilidad en los tramos urbanos del río Miño y su entorno aguas arriba del embalse de Velle sigue ejerciendo de efecto discriminador con la ciudad, aunque al abrir la puerta el Gobierno a financiar, por tramos, la navegabilidad desde Lugo hasta A Guarda se abre una oportunidad histórica. Ourense es la ciudad fluvial que da más la espalda a su río, al ser la única de las urbes con ríos grandes que no ofrece actividades en el cauce para los visitantes.

“ESTÁ INFRAUTILIZADO”

El informe sobre “aprovechamiento turístico-deportivo de los recursos hídricos en la provincia de Ourense”, presentado por el Departamento de Economía Financiera y Contabilidad del Campus de Ourense, en el Congreso Internacional del Agua, apuntaba ya a que es un río “infrautilizado”. “Se trata de un escenario que en gran parte está infrautilizado, por una parte, ante las escasas actividades ofertadas a pesar de las posibilidades de ampliación, y en otra por la inexistencia de oferta de actividades de este tipo en una zona con alto potencial”, señalan en el estudio del Campus. 

Patricio Sánchez, coordinador de máster de Gestión Empresarial del Deporte en el Campus, respalda totalmente el uso de embarcaciones eléctricas. “El objetivo es llegar a Castrelo con paradas en sitios de interés”, señala Sánchez, que pone como ejemplo el crucero “La leyenda del Pisuerga”, que atraviesa Valladolid mostrando muchos de sus actractivos. “En Valladolid paran en un antiguo convento y es la base de su éxito, y hay que pensar que el Pisuerga es el río que es, comparativamente con el Miño”.

Sánchez sostiene que el Miño en su parte urbana tiene “claramente dos usos”, por un lado el deportivo, “para todos los deportes acuáticos”, y por otro  el turístico, que ahora se pretende impulsar con fuerza. 

BAÑA A 14 CONCELLOS

En su paso por la provincia de Ourense, las aguas del Miño bañan 14 concellos: A Peroxa, Coles, Punxín, Cenlle y  Ribadavia en la margen derecha, anuque solo estos dos últimos cuentan con embarcaciones.Nogueira de Ramuín, Pereiro de Aguiar, Toén, Castrelo de Miño, Arnoia, Cortegada, Pontedeva y Padrenda, en la margen izquierda, aunque solo a partir de O Ribeiro hay utilización turística.  En el caso del concello de Ourense, el Miño divide en dos la ciudad.

ESPERANZA EN COLES Y A PEROXA

Dos de estos municipios, Coles y A Peroxa, llevan desde 2014 con un proyecto para navegar aguas arriba de Velle con un catamarán eléctrico que cubriese la ruta hasta Os Peares, y ahora, con el proyecto en ciernes, ven una nueva oportunidad. “Encargamos no seu día un informe completo pero botárono para atrás, propuxemos embarcacións eléctricas con baterías con localizadores para que se puideran retirar facilmente en caso de afundimento, para minimizar o impacto”, explicaba Manuel Rodríguez, regidor de Coles. Sostiene que la Hidrográfica “sempre o botou para atrás”, pero se alegra de que ahora se pudiera retomar el proyecto: “Nós incluso instalamos os pantaláns e temos equipamientos”.

Durante los próximos días, está prevista una reunión en la Ribeira Sacra donde se podrán empezar a dar los primeros pasos para retomar la navegabilidad, hasta el momento restringida al Sil en la Ribeira Sacra y la zona de O Ribeiro, donde recientemente la Diputación ourensana ha comprado ecobarcos.

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